Alrededor de los años el whisky se ha convertido en una de las bebidas más aclamadas y selecta alrededor del mundo. Posicionándose como un estándar de alta calidad que no todos los comensales suelen degustar. Para los fieles amantes esta debida se ha convertido en un ritual donde no todo se es permitido. Algunos sólo degustan los más costos porqué consideran que son de mejor calidad, mientras otros opinan que prepararlo en las rocas cambia completamente su sabor.
1. Mejor es tomarlo puro. Los más expertos consideran que tomarlo con agua es toda una aberración. Algunos expertos consideran que mezclarlo permite que los aromas se abran y puedan percibir mejor. En cuanto al hielo, no afecta en el sabor y menos en su olor. Cuando se toma seco algunas de las papilas gustativas suelen dormirse esto no permite se perciban en su totalidad los sabores.
2. Entre más caro mejor. Por el alto estándar de calidad y por estar posicionado entre el estrato medio-alto se piensa que si es de bajo costo de seguro no es de buena calidad. Todo proceso de elaboración de cualquier whisky tiene altos estándares de calidad. Algunos suelen tener menor costo que otro por el tiempo de añejamiento, pero la idea es degustar todas las variedades posibles para poder tener un criterio más amplio. La idea es poder degustar una amplia variedad hasta conseguir el de preferencia.
3. Mayor cantidad. Todo en exceso es malo y tomar en grandes cantidades cualquier bebida alcohólica es perjudicial para la salud. Una copa no hace daño, así se aprecia mejor los sabores y no daña perjudicialmente los riñones.
Fuente: Cocina y vino