Vasini, que nació en Maracaibo es estudiante de medicina.
La representante de Estados Unidos, Alexandria Mills, se coronó como Miss Mundo 2010. La venezolana Adriana Vasini quedó como tercera finalista y la representante de Botwana como segunda.
La ceremonia se celebró en la isla tropical china de Hainan, en la que la modelo gibraltareña Kaiane Aldorino cedió la corona a su sucesora estadounidense.
Venezuela, una de las favoritas, fue la primera en responder en 30 segundas la pregunta del jurado. Seguida de Botwana.
El resto de las finalistas son Irlanda, China, Italia, Noruega, Estados Unidos y Botwana, país que clasifica por primera vez en el concurso.
La ciudad de Sanya, que los chinos promocionan como destino turístico de los viajeros del sureste de Asia, volverá a ser la localidad que acogerá el concurso, después de que el año pasado éste se celebrase en Johannesburgo, Sudáfrica.
Según explicaron a Efe fuentes de la organización del evento, 120 mujeres competirán este año por la corona de “Miss Mundo”.
Entre las concursantes está la representante española, Fátima Jiménez Triguero, Miss Sevilla 2008 y tercera en el concurso de Miss España 2009.
“El primer concurso en el que participé fue en el de mi pueblo, a media hora de Sevilla, que se llama ‘Los Palacios de Villafranca’ y gané. Luego me coronaron Miss Sevilla 2008″, explicó en una entrevista con Efe esta española de 21 años de edad.
Triguero, con 1,74 metros de altura y con 56 kilos de peso, aseguró que la pasión por la moda la tiene “desde que era pequeña” y espera “entregarse enteramente” a ese mundo si gana este certamen.
Respecto a las concursantes, comentó que son “todas impresionantes y diferentes” y consideró que, a priori, no hay ninguna favorita y que la ganadora dependerá “del perfil que se busque para este año de trabajo”.
Mañana, Triguero y sus otras 119 compañeras competirán por la corona en esta 60 edición del concurso de Miss Mundo, cuya organización es británica, y tuvo su sede en Londres durante 37 años, pero en 1989 viajó por primera vez a Hong Kong. EFE