“Miguel se siente muy mal con lo que ha sucedido. Está muy avergonzado por toda esta situación”, dijo a la AP una persona cercana a Cabrera, que pidió no revelar su nombre por no estar autorizado para tratar el tema de manera pública.
El gerente Dave Dombrowski señaló que habló brevemente con Cabrera y que se comunicó con la oficina del comisionado de las Grandes Ligas.
Los jugadores de posición de Detroit deben presentarse el viernes para la práctica del sábado.
“Le gustaría estar aquí (el viernes), pero tenemos que hacer algunas cosas”, indicó Dombrowski. “Estamos dándole todo nuestro apoyo. Es lo que se hace para todo el mundo, ya sea un empleado, amigo o lo que sea”.
La fuente próxima a Cabrera que habló con AP resaltó que el jugador se reportará el sábado “y cuando lo haga le presentará una disculpa a sus compañeros y al equipo”.
Según el informe policial, Cabrera estaba avanzando hacia la carretera con las manos en alto antes de ser esposado. Insultó a los policías que trataron de hacer que subiera a una patrullera.
Un agente golpeó al beisbolista en el muslo izquierdo varias veces con su rodilla después que Cabrera lo empujó, haciendo que Cabrera cayera sobre la patrullera. El jugador se negó a someterse a un examen de alcohol en el aliento, dijeron los policías.
Fue arrestado acusado de manejar bajo la influencia del alcohol y de resistirse a un agente sin violencia. Presentó una fianza por 1.350 dólares y fue dejado en libertad de la cárcel a las 7:45 de la mañana del jueves.
Durante el entrenamiento primaveral del año pasado, Cabrera dijo que había dejado el alcohol después de pasar buena parte de la pretemporada recibiendo asesoramiento.
“Ustedes escriben en el diario ‘alcohólico’, lo que no está bien”, dijo en marzo después de un entrenamiento. “No sé cómo explicarlo, pero no es un problema de alcohol”.