Agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvieron en la localidad de Hidalgo, en el estado de Texas, a un grupo de 168 inmigrantes irregulares procedentes de Centroamérica, Cuba y Venezuela, informó este lunes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Las autoridades no explicaron el número de inmigrantes de cada nacionalidad, pero sí indicaron que estas personas fueron entregadas este domingo a agentes de la CBP y que había menores no acompañados y familias.
Aunque el flujo de inmigrantes centroamericanos a través de la frontera terrestre es constante, y el de cubanos, frecuente, no es común que las autoridades informen de la detención de venezolanos.
El comunicado señaló que el sector del Valle del Río Grande, en el sur de Texas, sigue expuesto a una afluencia de inmigrantes que cruzan la frontera hacia esta área.
«El número de detenciones en el sector del Valle del Río Grande este año fiscal (octubre 2018-septiembre 2019) ha superado las cifras de detenciones durante la crisis humanitaria (que se vivió) en 2014, con los menores no acompañados», añadió la información, pero sin precisar cifras.
La CBP señaló que la mayoría de los detenidos son personas que se entregan a los primeros agentes de la Patrulla Fronteriza que encuentran.
El pasado 5 de junio, la CBP informó que las detenciones de inmigrantes en la frontera de Estados Unidos con México aumentaron a 132.887 en mayo, muy por encima de los 92.840 casos de marzo y los 99.304 de abril.
Del total registrado en mayo pasado, 11.507 eran menores no acompañados, mientras que 84.542 eran miembros de familias, y 36.838, adultos solos.
Según la información difundida este lunes, 90% de los detenidos proceden de países distintos a México.
Este lunes, la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció las condiciones degradantes en que se encuentran los inmigrantes detenidos en Estados Unidos después de cruzar la frontera, incluidos niños, y pidió que se busquen para ellos alternativas que no los priven de su libertad.
«Como médica, pero también como madre y presidenta, me consterna que haya niños que deben dormir en el suelo y en instalaciones que están repletas, sin acceso adecuado a atención médica ni alimentos, y en pésimas condiciones de saneamiento», dijo Bachelet mediante una declaración emitida por su organismo en Ginebra, Suiza.