El director ejecutivo de Nokia, Stephen Elop, anunció en febrero la unión y habló de “cifras millonarias” que llegarían de Microsoft. “Businessweek” señala sin embargo que el acuerdo aún no ha sido firmado.
Nokia abandonará su propio sistema operativo, Symbian, que no ha tenido éxito, a favor del de Microsoft, y le pagará por ello en concepto de licencias.
Microsoft también pagará a la finlandesa por el uso de otras patentes. Según la revista, los mil millones (unos 718 millones de euros) formaron parte de los incentivos que usó la firma estadounidense para convencer a Nokia de optar por ellos y no por Android, el sistema operativo rival de Google.
La empresa fundada por Bill Gates necesita el tirón que le puede dar Nokia, porque según el último estudio del instituto de investigación de mercado Comscore el porcentaje de teléfonos móviles con el sistema operativo de Microsoft se redujo en Estados Unidos desde octubre a enero del 9,7 al 8,0 por ciento.
Google se situó primera con un 31,2 por ciento (7,7 puntos porcentuales más), por delante de Blackberry (30,4%, 5,4 puntos menos). El iPhone de Apple se estancó en un 24,7 por ciento (0,1 puntos porcentuales más).
Elop trabajó anteriormente en Microsoft y tuvo que subrayar tras el acuerdo que no es “un Caballo de Troya” del gigante estadounidense. Aunque el Windows Phone 7, lanzado hace unos meses, sólo cuenta con un escaso porcentaje de mercado, Nokia cree que con su uso puede diferenciarse de la competencia que utiliza Android, presente en muchos teléfonos.