La medida es aplicada en Nuevo Laredo por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la secretaría de Salud de Tamaulipas en el Centro de Atención a Menores Fronterizos, así como en albergues para migrantes adultos como “La Casa del Migrante Nazareth” y el Instituto del Migrante.
El cerco sanitario también se estableció en un módulo ubicado en el puente internacional donde arriban los menores repatriados de Estados Unidos.
“Se hace una valoración rápida y es ahí el primer contacto con sus familias. El primer filtro siempre va a ser que el médico que está en turno lo revise (al menor) y si hay alguna duda de algún tipo de enfermedad se traslada al Hospital General”, aseguró Agustín Chapa, director del Sistema DIF de Nuevo Laredo.
Por este punto pasan en promedio 25 menores mensualmente, según cifras oficiales. Muchos de ellos llegan con algún tipo de enfermedad gastrointestinal, de las vías respiratorias o desnutrición, y son atendidos en nosocomios locales.
Estados Unidos reforzó controles en aeropuertos y alertó este miércoles de “una crisis mundial urgente” por el ébola -que ha cobrado cerca de 3.900vidas-, luego de la muerte de un paciente en Texas (sur).
Se trata la primera persona que desarrolló los síntomas de la enfermedad fuera de África, un liberiano que viajó a Texas a visitar a su familia y fue internado en un hospital en Dallas el 28 de septiembre.
En Canadá y Europa también se están intensificando las medidas de prevención contra esta mortal enfermedad contra la que no hay medicamentos ni vacuna.
Los síntomas del ébola son fiebre, diarrea, vómitos y fuertes dolores musculares y de articulaciones. Se transmite por el contacto con fluidos corporales de una persona infectada o al tocar el cadáver de una víctima.