«Exigimos que el gobierno mexicano haga un boicot contra esta ley racista y también se lo pedimos al pueblo de México», afirmó durante el mitin Rubén Figueroa, activista del Comité de Derechos Humanos del estado mexicano de Tabasco (sureste).
En la concentración, efectuada en el central paseo de la Reforma, se criticó al presidente mexicano, Felipe Calderón, por no haber cancelado relaciones con Arizona ni haber pedido que se deje de comprar sus productos.
El mandatario sí ha criticado con dureza en la misma Casa Blanca la legislación, aprobada por Arizona el 23 de abril, y ha solicitado a sus ciudadanos que eviten en lo posible viajar a este estado.
María García, del Movimiento Binacional por la Esperanza, promueve el boicot en México y en Estados Unidos «para que cese esta persecución», pero cree que el «gobierno de México no se va a comprometer».
La activista dijo que en Arizona ya se están realizando «deportaciones indiscriminadas de migrantes y separaciones de madres e hijos. Si antes ya las aplicaban sin marco legal, ahora lo harán con singular alegría».
La ley de Arizona convierte en delito estatal la inmigración ilegal y obliga a la policía a verificar la documentación de cualquier persona «bajo sospecha razonable» de que pueda estar indocumentada.
ig / Reporte360