Messi sufrió “una distensión en el ligamento lateral interno del tobillo derecho, sin afectación ósea”, informaron los servicios médicos del Barcelona, tras el encuentro disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
“Los médicos han descartado una fractura y mañana (lunes) le harán más pruebas para ver el alcance de la lesión”, añadió, por su parte, el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, tras el encuentro.
Messi tuvo que retirarse en camilla entre evidentes gestos de dolor y lágrimas con el tobillo muy hinchado tras sufrir una dura entrada del defensor checo del Atlético Tomas Ujfalusi con el tiempo ya cumplido (90+2).
El checo, que ya tenía una amonestación, fue expulsado con una tarjeta roja directa por la entrada a Messi.
“Es muy honesto, es el jugador menos tramposo que conozco, sólo quiere jugar”, dijo Guardiola, después que varios pitos acompañaran la evacuación del joven astro argentino del campo.
A la espera de las pruebas del lunes, el jugador podría estar unos quince días de baja, según los medios españoles.