«Los miembros fundadores del Mercosur tendrán por delante la compleja tarea de decidir las medidas jurídicas aplicables frente a esta realidad, indeseada por todos», señala un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
La Cancillería precisa que el Gobierno brasileño evaluará «detenidamente» en los próximos días la situación bajo «la luz del derecho internacional» y mantendrá la «debida coordinación» con Argentina, Paraguay y Uruguay.
El Ejecutivo lamenta que Venezuela «no haya tenido éxito» en sus «esfuerzos para cumplir los compromisos asumidos cuando firmó» el protocolo de adhesión al Mercosur, en 2006.
El Ministerio cita el incumplimiento de varios acuerdos por parte de Venezuela, entre ellos el protocolo de Asunción sobre el compromiso con la promoción y protección de los Derechos Humanos.
«El estudio exhaustivo de la situación» realizado el 13 de agosto «se finalizará con consultas a la Secretaria del Mercosur, que recoge las informaciones recibidas por Venezuela al respecto», resalta la nota.
El Brasil del presidente interino Michel Temer encabeza las gestiones para impedir que Venezuela asuma la Presidencia del Mercosur, que hasta ahora ocupaba Uruguay y le correspondería por orden alfabético al Gobierno de Caracas, que contaba con la aprobación de la gobernante suspendida Dilma Rousseff.
El pasado 29 de julio Uruguay anunció al resto de socios del Mercosur que finalizaba su mandato del bloque y consideró que no había «ningún impedimento jurídico» para que la asumiera Venezuela, pese a la opinión del resto de miembros del bloque, que se oponían alegando la situación política y de derechos humanos en el país.
A pesar de ello, cuando Uruguay anunció que dejaba la presidencia no comunicó la transferencia de la misma y simplemente señaló que ya no tenía el mandato del bloque.
Acto seguido Venezuela anunció que asumiría la presidencia, una decisión que dio inicio a una crisis entre los socios del Mercosur.