Los puntos de venta cuentan con todas las comodidades de un frigorífico: amplias neveras, ocho cajas de pago, aire acondicionado, carritos para cargar la mercancía; aceptan efectivo, tarjeta de débito y ticket alimentación, aún cuando en la entrada aparece un letrero que dice «no se acepa tarjeta de alimentación».
En ambos puntos se venden hasta cinco kilos por persona de cada tipo de corte (primera, segunda y tercera) a precios regulados; incluso también ofrecen hasta cinco kilos por persona de solomo de cuerito a Bs. 25 el kilo y próximamente venderán lomito y punta trasera a Bs. 29 el kilo. También expenden pollo entero, el cual no tiene límite. Una vez hecha esa compra, el comprador no puede volver al establecimiento en seis días, pues queda registrado en el sistema. «Es para evitar a los especuladores; la gente es muy viva», dijo un empleado del local.
En el momento de la visita del equipo de un medio local al sitio, en las neveras había bandejas pre-empacadas de carne molida, guisar y mechar, bistec de pulpa negra, lagarto sin hueso, así como pollo.
Ampliando mercados.
En el local de La Trinidad funciona una despostadora, que surte al «móvil de la carne» que opera los martes, jueves y sábados en distintos puntos de la ciudad. «Tenemos dos móvil, uno en Caracas y otro en Carabobo; están por llegar tres: uno será para Caracas y Miranda, los otros son para Zulia y Aragua».