El esposo de Méndez, coronel Rafael Jacinto Quintero Soto, presenció lo ocurrido y fue quien los llevó al Urológico San Román tras el ataque. Méndez falleció poco después de ingresar, mientras la otra víctima ya se encuentra estable.
La mañana del sábado el coronel llevó a su esposa para que se reuniese con el comerciante, cuya identidad no fue aportada por las fuentes policiales. Ambos saldrían hacia el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, donde tomarían un vuelo rumbo a Miami.
El coronel Quintero es jefe de operaciones de la base aérea Mariscal Sucre en Maracay, y la pareja residía en la capital de Aragua.
La policía no descarta ningún móvil, pues al comerciante ya le habían tratado de hacer un atentado el año pasado.
Este caso se suma al hallazgo el pasado viernes de los cuerpos de los esposos Luis Felipe Sánchez Mayorca, de 62 años, coronel retirado del ejército y ex presidente del Metro de Caracas, y Francisca Antonia Morle de Sánchez, de 60 años. Ambos fueron localizados en su finca, «La Pañueleta» en Nirgua, Yaracuy, en avanzado estado de descomposición. No descartan que fuera un robo.
La muerte de Sara Méndez es uno de los, al menos, 23 decesos por causas violentas registradas en Caracas entre las doce de la noche del pasado viernes y las seis de la mañana de este domingo.
Según fuentes de la morgue de Bello Monte en los primeros seis días del mes de febrero a la morgue han ingresado 76 cuerpos. Al menos 55 de ellos fueron víctimas de violencia.
Violencia en fiestas
Alexander Ponce, de 22 años, fue otra de las víctimas de este fin de semana. Pasaban de las seis y media de la mañana del sábado cuando Ponce iba de parrillero con su hermano, luego de salir de una fiesta cerca de su casa en el barrio Carpintero de Petare. Estaban ya muy cerca de su residencia cuando dos tipos, también en moto, los interceptaron exigiéndoles que entregaran el vehículo, pero los hermanos no se detuvieron y uno de los sujetos disparó.
Ponce recibió dos tiros: uno en la espalda y otro en el cuello. Mientras su hermano lo ayudaba, los homicidas trataron de llevarse la moto que estaba en el suelo, pero no lograron prenderla y escaparon.
Ponce fue trasladado por su familia al hospital Domingo Luciani, pero falleció.
La familia explicó que el joven tenía tres meses con la moto y trabajaba como albañil.
Uno de sus familiares comentó: «la inseguridad es grave, haya policía o no. Los funcionarios tratan de ayudar, pero son pocos y los hampones son más y más violentos, te ven y ‘pum’ te matan por nada».
Media hora después de la muerte de Ponce fue asesinado José Luis Salazar, de 31 años, quien estaba en una fiesta en el sector El Bosque de Las Mayas, cerca de su casa.
La familia explicó que un amigo lo convenció la noche del viernes para ir a una fiesta, y poco después la esposa de Salazar llegó a la celebración.
Al parecer ella estaba bailando con un conocido de ambos y Salazar le reclamó, como respuesta el sujeto lo golpeó y luego con su arma le dio varios cachazos, al final le disparó en cuatro ocasiones.
Reina Salazar, prima de la víctima, explica que nadie lo ayudó a la primera, y sacaron el cuerpo de Salazar y lo dejaron en la escalera mientras ellos limpiaban, para cerrar la casa y marcharse.
Un cuñado se enteró y fue a recoger a Salazar y a llevarlo en un Jeep al hospital Clínico, pero llegó sin vida.
Salazar comentó: «Matan a personas inocentes y a los malandros no les hacen nada».