Es beneficioso tanto para los padres como para el bebé. Al hacerse habitualmente, establece un lazo emocional entre el bebé y la persona que realiza el masaje, siendo además una perfecta técnica de relajación para ambos. «Pon al bebé sobre una toalla doblada templada sobre el suelo,nunca sobre una superficie elevada, incluso los bebés más pequeños se pueden retorcer y caerse».
¿Cuáles son los beneficios del masaje del bebé?
Las sesiones de masaje pueden hacerte sentir más relajada con su bebé, ayudándote a enfrentarte al estrés de cuidar de un recién nacido. El masaje ayuda a relajar al bebé y se cree que reduce los cólicos, el llanto y las noches sin dormir.
Otro de los principales beneficios del masaje es que desarrolla en el bebé una sensibilidad al tacto, a sentir el contacto corporal. También se afirma que mejora los patrones de sueño, tanto en duración como en placidez.
Por otro lado, el masaje ayuda a liberar la tensión generada en el bebé por el permanente estado de aprendizaje y estimulación.
Con mucha delicadeza
Para hacer el masaje al bebé escoge un momento de relajación y de buen estado de ánimo. Si ves que el masaje del bebé lo haces de manera mecánica, busca otro momento más adecuado.
Resulta de gran ayuda untarse las manos con una crema de bebés y, a continuación, frotárselas un poco, para que el bebé goce con la suavidad y tibieza del tacto. Recuerda que debes presionar, eso sí, levemente, para que el masaje resulte efectivo.
Si el masaje se lo haces a un bebé muy pequeño o prematuro, especialmente cuando se hace alrededor del área del cordón, ten cuidado. Asegúrate que la temperatura de la habitación en la que vas a hacer el masaje es la adecuada, es decir, que está templada y que no hay corrientes de aire. Claro que también puedes darle un masaje al bebé con la ropa puesta.
Pon al bebé sobre una toalla doblada templada sobre el suelo (nunca sobre una superficie elevada, incluso los bebés más pequeños se pueden retorcer y caerse). Es bueno que le mires a los ojos o que cantes o le hables mientras le das el masaje.
Paso a paso
Aquí te explicamos brevemente cómo dar un masaje a tu bebé. Utiliza ambas manos siempre que sea posible, de forma que puedas hacer movimientos simétricos.
- Comienza dando un masaje sobre la frente y hacia los laterales con los pulgares. A continuación, empieza el masaje desde la nariz y deslizándolos sobre las mejillas. Con el pulgar dibuja círculos alrededor de la boca, comenzando desde la parte de arriba del labio superior y finalizando en la barbilla. Repite este movimiento dos o tres veces.
- Frota el pecho del niño desde el centro hacia fuera, subiendo hasta los hombros y bajando hasta las costillas. Haz movimientos circulares masajeando la tripa.
- Sujeta un brazo en cada ocasión y haz como si lo exprimieras desde la muñeca hasta el hombro. A continuación, estira suavemente los dedos del bebé. Repite el movimiento con cada pierna. Finalmente, frota suavemente las plantas de los pies. De igual manera, estira con delicadeza los dedos de los pies.
- Aplica un masaje por todo el cuerpo de arriba hacia abajo, es decir, desde los hombros hasta los pies.
- Pon al bebé boca abajo y frótale la espalda, desde el culito hasta los hombros, y después, cruzando las manos repetidamente desde un lado al otro. Repite. Mantén un ritmo constante.
- Por último, da unos golpecitos suaves un poco más prolongados mientras bajas a lo largo de toda la espalda del bebé. Comienza con la palma de la mano y haz que los toques sean cada vez más ligeros hasta que sólo uses las puntas de los dedos.
Redactado por www.sanitas.es bajo la supervisión médica del Dr. Ignacio Ferrando y del Dr. Ignacio Orive.