Pastores musulmanes de la etnia fulani, armados con revólveres, fusiles, metralletas y machetes, asaltaron las viviendas de las localidades de Dogo Na Hauwa, Ratsat y Jeji en las primeras horas de ayer matando a todos los que encontraban en ellas, principalmente mujeres y niños.
Se cree que la masacre, que tuvo lugar a menos de dos kilómetros de la residencia del gobernador del estado de Plateau, Jonah Jang, fue la respuesta de los pastores a los enfrentamientos religiosos de la zona del pasado enero que dejaron 326 muertos, lo que ellos consideraron como una acción organizada para asesinar musulmanes.
El Gobierno de Plateau ha anunciado un funeral colectivo de las víctimas, mientras que el presidente interino de Nigeria, Goodluck Jonathan, se ha reunido con las agencias de seguridad del estado y ha afirmado que sus efectivos se encuentran en alerta roja.
“Aunque es demasiado pronto para afirmar por qué se ha reavivado la violencia, queremos informar a los nigerianos de que las fuerzas de seguridad tratan de controlar la situación”, declaró a través de un comunicado el portavoz de Jonathan, Ima Niboro.
La matanza de ayer se produjo a pesar de que se había impuesto un toque de queda en la zona desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana después de la violencia del pasado enero en Jos.
Los periodistas que han visitado la zona afirman haber visto cientos de cadáveres en las calles de las localidades atacadas por los fulani, en su mayoría de mujeres y niños, algunos de estos de menos de dos años.
Según testigos presenciales entrevistados por los medios, los fulani, que portaban armas sofisticadas y que incendiaron alrededor de 75 viviendas, comenzaron el ataque a las 03.00 hora local (02.00 GMT) y acabaron dos horas y media más tarde.
El Foro Cristiano de Consulta de Ancianos del Estado de Plateau ha acusado a los militares de la zona de haber sido cómplices de esta última matanza: “Avisamos a los militares de lo que estaba sucediendo, pero tardaron dos horas en reaccionar, cuando los musulmanes se habían ido”.
“Queremos que los soldados expliquen los motivos de esta tardanza intencionada que consideramos arte del plan, y queremos que el Estado de Plateau sepa que ya no confiamos en el ejército de Nigeria ni en las agencias de seguridad, porque están en contra de los cristianos”, afirmó la organización a través de un comunicado.
Se cree que el motivo de los enfrentamientos de la zona es la lucha por la explotación de terrenos de cultivo entre los cristianos y los animistas de una parte, y los pastores musulmanes fulani por otra.
Mientras que la policía ha arrestado a 22 sospechosos, el líder espiritual de Jos, Gbong Gwom, que ha visitado el lugar de los hechos, ha declarado que “la situación es triste, inaceptable e inhumana”.
Los conflictos que tienen como protagonistas a cristianos y musulmanes en Nigeria se han cobrado la vida de más de 12.000 personas desde 1999, cuando se implantó la “sharia”, o ley islámica, en doce estados norteños del país. EFE
RPP