Opinión-. Los jóvenes, por su condición, sienten que la responsabilidad social y ciudadana no es su competencia, sienten que estos temas son asuntos de y para los “viejos”, por ende son muy pocos los muchachos que se incorporan al debate público, y aunado a esto se encuentra el poco incentivo para su involucramiento activo en temas de importancia.
Los jóvenes, por su rebeldía natural, por su indómita forma de ver el mundo, están más interesados en el inmediatismo, confiados que aún tienen un mundo de vida por delante.
Son pocos los jóvenes que ven sus objetivos centrados en la construcción de una ciudad o Estado. Cuando en verdad, la juventud tiene mucho que aportar, que contribuir y que generar en la conducción de las nuevas ciudades democráticas, sostenibles y pujantes. Los jóvenes no pueden ser vistos como convidados de palo o como factores de relleno.
Una ciudad realmente interesada en su futuro debe invertir en la juventud, debe crear políticas públicas que los beneficien y sobre todo que los integren como parte de la sociedad.
La juventud estudia, la juventud hace deporte, la juventud es artista, la juventud es trabajadora y como tales deben tener canales de comunicación con el gobierno y sus voces tienen que ser tomadas en cuenta, y su participación debe ser auspiciada por quienes tienen la responsabilidad de escucharlos y crear acciones que repercuten positivamente en su presente y futuro.
Desde hace algún tiempo ha sido común la incorporación de direcciones y/o secretarias que atiendan las políticas públicas de la juventud; además se han desarrollado leyes, ordenanzas y más en procura de crearle condiciones para que los jóvenes sea tomados en cuenta.
Sin embargo, el papel es inerte y las direcciones o entes vacíos si no existe una real voluntad para la incorporación de los ciudadanos jóvenes en la construcción de ciudades y gobiernos más abiertos y que en verdad edifiquen una relación permanente con la juventud.
A través de estas líneas, que escribo hoy Día de la Juventud, quiero hacerle un llamado a los jóvenes venezolanos, a esos que durante muchos años y en diferentes momentos de nuestra historia han sido creadores de esperanzas, han sido forjadores de nuevos tiempos.
Quiero invitarlos a que construyan su mañana en el hoy, quiero convidarlos a ser parte real, permanente, efectiva y firme en la construcción de un mañana mejor para ustedes, que construyan la ciudad en la cual quieren crecer, vivir, desarrollarse y formar sus familias.
Que construyan con su participación en la arena deportiva, cultural, artística, laboral, social, comunitaria ese bien común que los convertirá en cada vez mejores hombres y mejores mujeres, que harán de ustedes ciudadanos de una ciudad que sea digna para la vida.
Jóvenes… quienes somos madres, quienes somos padres, quienes les llevamos unos añitos más solo queremos dejarles un lugar mejor para ustedes y para quienes vienes después de ustedes, solo queremos que nos ayuden a forjar ciudades para su propio bienestar.
P.D: La importancia que tiene la juventud es vital, porque siempre ha sido un factor decisivo para los cambios de la historia.
Ing. María Alejandra Malaver Bellorín / @malemalaver
Junta Directiva Nacional del CIV y Presidente de la ONG Gente y Ciudad