Construyendo Voluntades
Pasillos conceptuales
María Alejandra Malaver / @malemalaver
Opinión-. ¿Cuál es la mejor forma de gobierno? Desde hace miles de años el hombre ha pensado, filosofado y llevado a la práctica distintas formas de gobierno.
Desde la tiranía hasta la democracia, hemos transitado la historia de la humanidad en métodos de gobierno para hacer avanzar nuestras sociedades. Pero, ¿cuál es la mejor de acuerdo con la experiencia?
Para Platón el “gobierno de los mejores” era la Aristocracia, esto implicaba a una casta intelectual formada por aquellas personas adiestradas en los distintos ángulos y aristas del saber, quienes se formaban para gobernar.
Definición muy contraria, al concepto generado años después en los siglos XVIII y XIX para describir a un sector social y político con poder hereditario: La nobleza.
El gran problema del “gobierno de los mejores”, de acuerdo a Platón, o “el gobierno de los menos” según Aristóteles, es que mutaba a otro sistema de gobierno como es la “oligarquía”. Esta era forma degenerada y negativa del modelo aristocrático, fruto de la permanencia en el gobierno de las mismas personas quienes heredaban a sus hijos el poder sin que éstos reunieran las condiciones éticas y de conocimiento necesarios para formar parte de la Aristocracia inicial.
Este sistema integrado por los “mejores” también se le denominó Sofocracia o “el gobierno de los sabios”. El cual planteaba que el poder debe estar en manos de aquellos preparados para manejarlo correctamente.
Si nos apegamos a los textos filosóficos, Platón afirmaba que: «En un barco no debería decidir el más fuerte, pues no por tal condición conocerá mejor el camino», para su percepción el gobierno del fuerte es la tiranía.
Siguió Platón: “En un barco no debería decidir el más rico, pues no por tal condición conocerá mejor el camino», este es el modelo de la Plutocracia.
Más adelante decía: «En un barco no debería decidir el más popular, ni las creencias populares, pues no por ser mayoría conocerán el camino», el caso de la democracia.
Y concluyó que: «En un barco debería decidir los que conocieran el camino junto con los que conozcan métodos de navegación, por eso el conductor en un barco es el más sabio sobre el tema, el capitán», la sofocracia.
Esta visión, concibió posteriormente a dos vertientes del pensamiento: Primero el Sansimonismo del siglo XIX y a la Tecnocracia del siglo XX.
Hoy, en pleno siglo XXI podemos afirmar que existe la forma de hacer converger la democracia con un modelo que promueva a los “mejores” y “más capaces” a dirigir los destinos de una nación.
Entendemos a la democracia como el “Gobierno del pueblo”, antiguamente se decía que éste no era capaz de gobernarse a sí mismo y que al cabo de un tiempo la democracia daría paso a la Oclocracia (un sistema tumultuoso que daría origen a una tiranía), no obstante los tiempos han cambiado.
Me atrevería a decir que la democracia es el único método que garantizar la real participación de todos los ciudadanos, y si unimos el principio democrático de la participación y cooperación entre los hombres, junto con la necesidad de formar a esa misma sociedad para que sea cada vez más ciudadana y menos pueblo, podríamos lograr un punto medio entre “el gobierno del pueblo” y el “gobierno de los sabios”.
Si existe una sociedad educada, formada y atenta al quehacer público, lograríamos una sociedad sabia, y ésta a su vez elegiría a los más adecuados para los cargos públicos, los cuales deben ser los que tengan vocación y formación para entender que llegan a ese cargo para desarrollar políticas públicas exitosas, las cuales deben partir de las necesidades reales de la gente para lo cual deben saber escuchar, actuar en consecuencia y desarrollar una gestión transparente.
¿Qué opinan ustedes?