Ejemplo
Opinión-. Cuando cada ciudadano se convierta en un ejemplo a seguir para otros, justo en ese momento seremos una ciudad modelo, una ciudad para el buen vivir.
Cuando cada uno de nosotros comprenda que somos parte de una comunidad que trasciende al hogar y a la urbanización, y se extiende por toda una ciudad. Cuando asimilemos que nuestras acciones y omisiones poseen un impacto en nosotros y en otros, será la ocasión que maduremos como sociedad.
Una sociedad encerrada en sí misma, dominada por un individualismo extremo no podrá avanzar colectivamente y, por ende, no podrá ser un buen lugar para vivir adecuada y felizmente.
A veces observo personas que salen temprano, conducen hasta sus trabajos, salen en la tarde se paran en la panadería compran sus víveres y otra vez a sus hogares. No poseen contacto con sus vecinos, no se interesan por lo que existe a su alrededor.
Se quejan si caen en el hueco de la calle, o si el semáforo no funciona, protestan entre las cuatro paredes de sus casas si se les va el agua o el servicio eléctrico, todo sin inmiscuirse en la vida vecinal. Este es un estado de apatía que debemos superar y mejorar con un mayor nivel de compromiso colectivo.
Usted en su ciudad, y yo en la mía, deberíamos ser agentes de cambio, ejemplos de colaboración, participación y trabajo por el bien común. Sé que en ocasiones el trabajo y las responsabilidades hogareñas copan mucho de nuestro tiempo, sin embargo debemos hacer el esfuerzo e integrarnos en algunos de los temas comunes de nuestro entorno.
A veces participar en una asamblea de vecinos, acudir a espacios de decisión como la alcaldía, el concejo municipal o en el consejo local de planificación (o cualquier otra plataforma de participación y de organización institucional de tu ciudad) son pequeñas demostraciones de ejemplo ciudadano que pueden empezar a marcar la diferencia.
Todos nosotros podemos ser ejemplos vivos de la ciudad que queremos; desde echar la basura en su lugar, hasta contribuir con una idea para mejorar la calidad de vida. Son estas decisiones que tomamos que ayudan a todos y que nos acercan cada vez a una ciudad para el buen vivir.
Tenemos el potencial de ser ejemplo para nuestros vecinos, hijos y compañeros; somos la clave del progreso humano y social de nuestras comunidades. Asumamos el reto de participar en los temas comunes y de ser agentes del cambio positivo y democratizador.
Y, el ejemplo no solo debe ser dado por nosotros. Las autoridades locales deben darlo al abrir los espacios, promover la transparencia, la incorporación ciudadana y el diálogo social como puerta de entrada hacia la labor unitaria de todos por el bien de todos.
Convirtamos cada acto particular en un ejemplo colectivo. Seamos buenos ciudadanos y ejemplo para una vida mejor, de mayor calidad y mayor tranquilidad.
Por: María Alejandra Malaver (@malemalaver)
Miembro de la Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela