Maracaibo cumple 485 años

   La del Lago de cristal, la de la tablita sagrada, la de los colores, la del voseo, los cepillados, los tequeyoyos, y el calorón sopla 485 velitas. Esa misma que ha sido inspiración para bardos y pintores llega a su aniversario cargada de su pujante movimiento. Maracaibo, «La Tierra del Sol Amada», celebra un año más de su fundación camino a los 500 años en el 2029.

Para tener la cuidad que soñamos es determinante la participación de dos sectores que serían, los tres niveles de Gobierno con la responsabilidad  compartida que le corresponde: 10% el nacional, 15% al regional, 25% al municipal y el 50% a todos los ciudadanos. Desde 1573 el propio rey de España tenía noticias de lo que era Maracaibo que se la describió Diego de Mazadiego así: Maracaibo es una permanente feria y mercado.

¡Feliz cumpleaños Maracaibo amada!, que privilegio es nacer en esta tierra bendecida por Dios con el esfuerzo diario para verte bella y radiante.

La gente piensa que la ciudad son las casas o los carros que están pasando; no, somos los ciudadanos. A ellos dedicamos en buena parte este trabajo especial para conocer lo que distingue al marabino de pura cepa.

El profesor universitario, abogado, politólogo, internacionalista, expresidente de la Academia de la Historia del estado Zulia y exembajador, Julio Portillo, nacido en el Hospital Quirúrgico Maternidad Castillo Plaza, contó que en 1501 a Maracaibo la descubrió Alonso de Ojeda, quien avistó por vez primera el Lago de Maracaibo y la llamó «Nueva Andalucía», según registros.

«Pero la primera fundación de la ciudad aceptada por el Centro de Historia del estado Zulia, en 1965, la realizó el adelantado alemán, Ambrosio Alfínger en 1529 cuando la llamó «Villa de Maracaibo», fecha por la cual se celebra hoy 8 de septiembre los 485 años de Maracaibo.

Luego, en 1569, la refundó el capitán Alonso Pacheco y la llamó «Nueva Ciudad Rodrigo», y en 1574, lo hace el capitán Pedro Maldonado con el nombre de «Nueva Zamora de Maracaibo».

Portillo destacó con orgullo: «Ya desde 1573 el propio rey de España tenía noticias de lo que era Maracaibo, cuando se la describió Diego de Mazadiego así: «Maracaibo es una permanente feria y mercado». Tenemos además la primacía que la primera vez que aparece Venezuela en un mapa mundial en el año de 1500  es precisamente porque se mostró el Lago de Maracaibo —mapa que se conserva en el Museo Naval de Madrid—.

Mirar al futuro

Por su parte, el ingeniero y presidente de la Fundación Maracaibo 500, Francisco Urbina, nacido en la casa de habitación de sus padres en el barrio Las Tarabas, se ubicó a 15 años de cumplirse los 500 «se necesita la organización para evaluar la ciudad que tenemos y proyectarse la cuidad que queremos».

La planificación de movilidad urbana debe ser multimodal e intermodal, continuar con la ampliación del sistema Metro y la red alimentadora, la infraestructura urbana de los servicios públicos de la ciudad debe tener un plan maestro de acueductos y gas para poderlo desarrollar a través del tiempo así como el área cultural, recreacional, turismo y los espacios del Lago «hay mucho trabajo por delante. Hay bastantes —maracuchos— enamorados de esta ciudad que podemos construir».

¿Cuáles son los actores para lograr la ciudad que podemos construir?, se preguntó y respondió Urbina: «Es determinante la participación de dos sectores que serían los tres niveles de Gobierno con la responsabilidad  compartida que le corresponde: 10% el nacional, 15% al regional, 25% al municipal y el 50% a todos los ciudadanos, medios de comunicación, universidades, colegios profesionales, consejos comunales y comunas».

Himno de Maracaibo

Urbina aplaudió la declaración de la alcaldesa Eveling Trejo de Rosales, de juramentar un comité  con representación de todos los sectores para trabajar para los 500 años. Agregó que el diario QUÉ PASA inició la campaña exitosa de promover la creación del himno para la ciudad, sobre lo cual la administración del ayuntamiento designará un comité que definirá las bases para el concurso para escoger el himno de Maracaibo.

Una ciudad no son los edificios, una ciudad son los ciudadanos «los hombres construyen a las ciudades, pero las ciudades modelan a los hombres», sentenció convencido el ingeniero.

Gastronomía… para chuparse los dedos

La coordinadora del Centro Educativo Gastronómico Alejandro Magno (Cegama), Marizta Vargas, aseguró que la gastronomía de Maracaibo es una mezcla de colores y sabores con el protagonista de muchas preparaciones: el plátano. «Tenemos nuestra macarronada, mojito en coco, patacones, tumbarranchos, arroz con pollo, mandocas, tequeños y las hamburguesa de la calle del hambre». Cada platillo es una comida obligada para los visitantes quienes se «chuparán los dedos».

Bulevar Santa Lucía

Para disfrutar de la vida nocturna de Maracaibo se puede hacer cualquier día de la semana, un excelente sitio tradicional para gaiteros y cualquier persona es el Bulevar Santa Lucía con su plaza, iglesia y locales nocturnos donde se puede pasar la noche y ver los diferentes colores con que iluminan a la iglesia, degustar comidas y dulces típicos o reunirse en parrandas.

Calle Carabobo o La Tradición

La calle La Tradición o calle Carabobo, representa una  muestra de lo que era el antiguo barrio El Saladillo. Esta calle está llena de casas multicolor, con grandes ventanas, y que lo pueden transportar a la vieja ciudad de Maracaibo. En varias de sus casas, puede deleitarse con comida típica, tomarse un café y hasta hay sitios nocturnos para el entretenimiento. Se debe recorrer para comprar artesanías y objetos para coleccionistas o visitantes.

Calle 72 y 5 de Julio

Una opción familiar para la degustación de la gastronomía en la calle 72, donde a lo largo de esta se encontrarán innumerables locales nocturnos, así como cafés y sitios de comida rápida donde podrán degustar la comida tradicional de la región. También se puede tomar en cuenta, la calle 77, mejor conocida como el Bulevar 5 de Julio, donde se ofrecen excelentes restaurantes y lugares donde compartir entre familiares y amigos.

Maribel Parra de Mestre,vicealmirante de la FANB

Nació en el Hospital Dr. Urquinaona (Central) el 24 de agosto de 1965 es la primera mujer zuliana en alcanzar el rango militar de vicealmirante de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), actualmente es la presidenta de la Empresa Militar de Transporte (Emiltra) y durante los años de 1999 al 2003 trabajó cerca del expresidente de la república, Hugo Chávez. «Maracaibo es calor humano, sabor, compañerismo, hermandad con el trato amable y la confianza del     —maracucho—», expresó emocionada Parra de Mestre, quien, además dijo recordar que en su infancia y adolescencia «se respetaba más la ciudad y los ciudadanos deben volver a eso».

Fernando Chumaceiro, primer alcalde electo de Maracaibo

Nació en su casa familiar en la avenida Delicias el 12 de julio de 1931, y a sus 83 años de edad, con gran humildad y lucidez, comentó: «Me siento orgulloso de ser venezolano, zuliano y maracaibero. Tenemos la Chinita así como la esencia humana del marabino que desde su génesis tiene algo que los diferencia de los demás».

Carlos González (Car-Go), Grandes Ligas

Nació en un centro clínico en la avenida La Limpia el 17 de octubre de 1985. A sus 28 años de edad representa al país en las Grandes Ligas con el equipo de los Rockies de Colorado donde ha obtenido tres Guantes de Oro. Car-Go aseguró: «El calor, ese sol brillante todos los días. Son muchas cosas en particular que tiene mi Maracaibo y que hay que resaltar. El que vaya y no se coma un patacón o unos tequeños perdió el viaje. El trato amable de su gente y el sentido del humor que no falta, en Maracaibo la gente es feliz y a pesar de la crisis se toma la vida con mucho optimismo», dijo.

Huáscar Barradas, flautista y compositor

Nació en un centro clínico en la avenida Doctor Portillo el 12 de junio de 1964. Trabaja como profesor de flauta en el Instituto Universitario de Estudios Musicales en Caracas. Como flautista ha representado a Venezuela en importantes festivales internacionales. Con una gran familiaridad dijo, lo que extraña de su tierra, «extraño compartir con los amigos, comer pastelitos, tequeños, tumbaranchos y jugo de zapote. El humor de la gente en Maracaibo, porque nos burlamos hasta de nosotros mismos».

Fotos: Miguel Romero/Gabriela Sanz/Diego Graterol/Ana Moreno

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