Un fotógrafo de The Associated Press vio a los manifestantes patear el auto en la calle Regent, en el corazón del distrito comercial más lujoso de Londres. El vehículo se alejó.
La oficina del príncipe confirmó que el automóvil fue atacado por manifestantes cuando se dirigía a un compromiso en el Palladium, pero agregó que «su alteza resultó ileso».
La pareja se veía sosegada al llegar al teatro, donde asistieron a una actuación artística.
Manifestantes furiosos por un fuerte aumento de las tarifas de enseñanza se enfrentaban a la policía y rompían ventanales en la capital británica. La reacción se produjo después que los legisladores en la Cámara de los Comunes aprobaron un plan de triplicar las tarifas universitarias a 9.000 libras (14.000 dólares) por año.
Miles de estudiantes efectuaron una protesta pacífica, pero una minoría se tornó violenta y lanzó piedras y palos contra la policía antimotines, rompió vitrinas de comercios y prendió fuego a un enorme árbol de Navidad en la Plaza Trafalgar.
Los choques se produjeron después que los estudiantes marcharon por el centro de Londres y convergieron en la Plaza del Parlamento, esgrimiendo pancartas y gritando «¬La educación no está en venta!», coronando semanas de protestas a nivel nacional destinadas a hacer cambiar de opinión a los legisladores en torno a los aumentos.
La votación pone al viceprimer ministro Nick Clegg y su Partido Demócrata Liberal en una posición comprometida. Los demócratas liberales firmaron una promesa preelectoral de oponerse a los aumentos y se reservaron el derecho a abstenerse en la votación aunque forman parte de la coalición gobernante que propone el cambio.
«Estoy aquí porque los demócratas liberales rompieron su promesa», se quejó el estudiante Shivan David, de 19 años, en la Plaza Trafalgar. «No creo que la educación deba ser gratis, pero creo que triplicar las tarifas no tiene ningún sentido. Estamos pagando más por menos».
Otro manifestante, John Dawson, de 16, admitió que podría ser demasiado tarde, pero que las protestas deben seguir.
«El hecho de que hayan venido tantos estudiantes a protestar hoy demuestra que, aun después de la votación, harán lo que sean necesario para evitar pagar tanto por la educación superior», afirmó.