KARLA MARVAL ESTEVES
En el recuerdo de muchos margariteños están las amplias costas del balneario y con añoranza piensan en lo que fue, y al compararlo con la actualidad se preguntan ¿qué pasó?
La incógnita aún no es respondida. Según la alcaldesa del municipio Díaz, Marisel Velásquez, para el 2004, cuando asumió la responsabilidad de dirigir la jurisdicción, El Yaque ya estaba desarrollado. Era poco lo que se podía hacer para corregir los errores porque se habían edificado estructuras hoteleras.
La mandataria repitió una y otra vez que la responsabilidad por los daños al ecosistema recae en la emisión de permisos sin planificación. Para Velásquez, los alcaldes de otrora se dedicaron a “entregar” El Yaque sin precaución ni proyección en el futuro de la playa, que es una de las mejores del mundo para el desarrollo de deportes como el windsurf o kytesurf.
El desarrollo acelerado que vivió la entidad insular afectó diversos balnearios. Por ello la gerente municipal detalló que aunque en Maneiro no exista erosión, hay un daño severo al medio ambiente porque los establecimientos se encuentran “casi” dentro del mar.
A diferencia de las hipótesis y teorías de la alcaldesa, el presidente de Corpotur, Salvador Núñez, recordó que los hoteles tienen tiempo en esas costas y que en aquel entonces no había problemas de erosión, por lo que concluye que no se puede hablar de que los hoteleros tienen la responsabilidad.
La postura de Corpotur no es buscar culpables sino una solución. Por ello Núñez resaltó la necesidad de “salvar” la playa y aplicar los correctivos que sean necesarios.
El impacto ambiental de ese balneario, emblemático en la Isla, está a la vista de todos. El caminar por el estrecho banco de arena y ver como la laguna que servía de resguardo de los peñeros amenaza con inundar las casas de los pescadores, es una escena lamentable para la comunidad.
La problemática arrecia mientras el Ministerio de Ambiente no se pronuncia sobre el caso. Se intentó establecer contacto con la directora regional, Marina D’Amelio, pero fue imposible.
Sin embargo, según una nota de prensa del Ministerio de Turismo, D’Amelio aseguró que El Yaque es uno de los balnearios “más erosionados” de la región y con mayor “riesgo de desaparecer” por el crecimiento de la marea, como consecuencia del calentamiento global y cambio climático.
A pesar de que un informe de MinAmbiente, con fecha 5 de noviembre del 2010, aclaraba la situación de la playa y los problemas que acarrearía, como la inundación de las rancherías y el retiro inminente de la arena por la inestabilidad de la playa, en esa ocasión, la Unidad Técnica de Zonas Costeras, recomendó el desarrollo de un estudio de dinámica costera de El Yaque.
En el comunicado del despacho ambiental, D’Amelio afirmó que “los estudios de impacto ambiental son determinantes para no repetir errores en el tiempo”. Aunque no detalló la fecha de inicio del estudio.
A juicio del presidente del Fondo Mixto de Turismo, David Pinto, se debe implementar un método para evitar la desaparición de las playas. “Hay que buscar una solución pronta. Las instituciones gubernamentales debemos trabajar mancomunadamente para resolver este caso”.
La alcaldesa del municipio Díaz, aseguró que la próxima semana el ministro de Ambiente, Alejandro Hitcher, visitará la entidad para palpar el daño por la erosión y exponer a la comunidad la solución que implementarán.
Lo que resta es que los actores principales de esta lucha ambiental tomen las riendas de la solución.