La nota es la misma que la oposición cubana intentó entregar a Lula en vísperas de una visita que hizo a La Habana en febrero pasado, y que el presidente afirma que no llegó a sus manos.
En ella se le pedía abogar sobre todo por Orlando Zapata Tamayo, disidente que murió tras una prolongada huelga de hambre un día antes de la llegada del presidente brasileño a Cuba.
Lula «dijo que no sabía de nada, que no había recibido ningún papel, y que cuando lo recibiese tomaría las debidas providencias, y entonces le entregamos esta carta para que interceda en favor de los derechos humanos y de los prisioneros políticos en Cuba», declaró el diputado, del Partido Popular Socialista.
El vocero de la Presidencia, Marcelo Baumbach, confirmó en una rueda de prensa que la carta fue recibida, pero aclaró que aún no le ha sido entregada a Lula.
Indicó, sin embargo, que «Brasil se rige por la no injerencia en asuntos internos de otros países» y puntualizó que «será ese mismo principio el que guiará la reacción del presidente Lula, también en ese caso».
Según el portavoz, la carta seguirá «el trámite normal» y será el propio presidente quien dirá si la responde o no.
Jungmann explicó que se decidió a entregar la carta en la sede de la Presidencia después de que Lula comparara a los presos políticos cubanos con los delincuentes comunes recluidos en las cárceles brasileñas.
En una entrevista con una agencia de noticias estadounidense, Lula pidió «respeto» para la justicia y el Gobierno cubanos y afirmó que «la huelga de hambre no puede ser un pretexto de los derechos humanos para liberar a las personas«.
En ese mismo marco, agregó: «imaginen si todos los delincuentes presos en São Paulo hicieran un ayuno para pedir su liberación».
En opinión de Jungmann, al compararlos con delincuentes comunes, Lula «niveló a los presos políticos con secuestradores, asesinos y violadores».
La comparación hecha por Lula entre los presos políticos de Cuba y los delincuentes brasileños repercutió el miércoles en el Congreso brasileño, donde la oposición intentó aprobar una moción de censura por la falta de libertades en la isla, que fue vetada por la mayoría oficialista.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirmó este miércoles que «si alguien está interesado en que haya una evolución política en Cuba, hay una receta que es muy rápida: acabar con el embargo» que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde 1962. «Eso traería grandes cambios políticos» en la isla», afirmó.
jm / Reporte360