La aerolínea confirmó este sábado la información que circula desde ayer en redes sociales, según la cual suspenderá sus vuelos entre Caracas y Frankfurt a partir del 18 de junio.
Al respecto, la compañía alemana emitió el siguiente comunicado oficial:
Después de haber agotado todos los recursos e intentos de maniobra, nuestro Consejo de Directores ha prolongado al máximo esta decisión. Se toma esta acción en respuesta a las actuales dificultades económicas en Venezuela y al hecho de que Lufthansa es actualmente incapaz de cambiar sus ganancias en moneda local a dólares estadounidenses para transferirlas fuera del país. Aparte, la demanda de viajes internacionales a Caracas registró un nuevo descenso anual en 2015 y en el primer trimestre de 2016.
Lamentamos profundamente que por estas razones nos vemos obligados a suspender nuestro servicio de Caracas a Frankfurt a partir del próximo 18 de junio. A los pasajeros con reserva en vuelos posteriores al 18 de junio, se les hará una nueva reserva en los vuelos de Lufthansa de Bogotá y Panamá, asegurando así las opciones de viaje continuo para nuestros clientes.
A pesar de la suspensión de sus vuelos a Caracas, Lufthansa mantendrá vinculada a Venezuela a su red mundial vía Frankfurt, a través de sus socios Avianca y Copa Airlines. El servicio diario sin escalas de Lufthansa desde Frankfurt a Bogotá será ofrecido en adelante, gracias a las conexiones diarias de Avianca y Copa Airlines con Caracas. Lufthansa además está operando un nuevo servicio, cinco veces por semana, entre Frankfurt y la Ciudad de Panamá desde el pasado 2 de marzo, el cual también ofrecerá en adelante conexiones a Caracas con Copa Airlines.
Lufthansa y las autoridades de Venezuela se mantienen en estrecho contacto, con el fin de retornar a Caracas a la red mundial de Lufthansa lo más rápidamente posible.
“Por ahora no prevemos el cierre de nuestra oficina central de Caracas. No nos vamos del país. Queremos seguir atendiendo a nuestro clientes en Venezuela”.
La aerolínea operaba ininterrumpidamente en el país desde 1971 y actualmente ofrecía tres vuelos entre Caracas y Frankfurt, lo que significó una drástica reducción de sus operaciones, pues en los mejores tiempos contó con siete frecuencias semanales.
Además, había disminuido la cantidad de asientos en la ruta al incorporar un equipo más pequeño que el que usaba normalmente. La medida no fue exclusiva de esta compañía. Otras aerolíneas internacionales establecidas en Venezuela siguieron el mismo camino, buscando no aumentar más la deuda en dólares por venta de pasajes al tipo de cambio oficial. De hecho, la mayoría de boletos al exterior, salvo los que ofrecen las empresas venezolanas, se comercializan en dólares y para adquirirlos es necesario contar con una tarjeta de crédito internacional.
A finales de 2015, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata) informó que la deuda en divisas del Gobierno venezolano con las aerolíneas extranjeras que operan en el país ascendía a 3.750 millones de dólares.