Ese fue el día que los Rangers de Texas, en vez de los Yanquis, pudieron adquirir a Cliff Lee.
Cualquiera ponderaría que un club, como el de Nueva York, que ha marchado en el primer lugar de su división o al tope de la clasificación del wild card desde el 14 de abril, tiene toda la capacidad para repetir como campeones de la Serie Mundial.
Es un equipo con personalidad ante las adversidades, lo que se aprecia al liderar las mayores con sus 44 victorias viniendo de atrás.
Lo mismo tiene más valor al considerar que Alex Rodríguez, Derek Jeter y Mark Teixeira, tres piezas vitales en la ofensiva, han rendido por debajo de su nivel habitual.
A menos que ocurra un colapso catastrófico, el equipo de Joe Girardi afrontará en menos de un mes otra postemporada, una en la que intentarán convertirse en los primeros que revalidan el campeonato de la Serie Mundial desde que ellos mismos lo consiguieron hace una década.
Pero hay indicios que muestran que los Yanquis no están tan blindados como aparentan.
Durante los pasados playoffs, Girardi se la jugó de principio a fin con una rotación de tres abridores, compuesta por CC Sabathia, A.J. Burnett y Andy Pettite.
Este año, por más que quisiera repetir la fórmula, la realidad es que el piloto sólo cuenta con el zurdo Sabathia como el único con garantías. Habría un mundo de diferencia si Lee estuviese a bordo.
Por algo que es que Girardi suele reaccionar con fastidio cuando le preguntan sobre quién será el segundo abridor después de Sabathia.
Hay más dudas que certezas en la rotación Yanqui:
—Una lesión en la ingle ha mantenido fuera a Pettitte desde el 19 de julio. Una pena porque al momento de la dolencia el zurdo de 38 años tenía marca de 11-2 y 2.88 de efectividad en 18 aperturas. Tiene prevista una última salida en las menores antes de reincorporarse al club para encarar la recta final.
—En su primer año completo como abridor, Phil Hughes (16-7) ha aflojado recientemente (le anotaron más carreras que nunca en su última salida) y le están llevando cuidadosamente la cuenta de innings.
—Burnett (10-13, 5.13) es casi un caso sin remedio para alguien con un salario de más de 16 millones de dólares. Sólo han ganado una vez en sus últimas siete salidas. Girardi no pierde en usarlo por ahora. ¿En octubre? Ahí sí es demasiado riesgo, sobre todo en las series de primera ronda que se definen a cinco juegos.
—Las otras opciones no entusiasman. Si bien el dominicano Iván Nova no ha desentonado en seis apariciones, no se debe olvidar que es un novato que apenas debutó el mes pasado. La vuelta del puertorriqueño Javier Vázquez resultó en un fiasco y podría pasar definitivamente al bullpen cuando Pettitte vuelva.
No fue ninguna casualidad que este fin de semana en Texas, al sufrir ante los Rangers su primera barrida en su serie de tres juegos desde julio de 2009 en Anaheim, que los tres abridores fueron Vázquez, Burnett y Dustin Moseley. Moseley, un lanzador de emergencias, fue el único que tuvo una actuación decorosa.
Los Yanquis han perdido seis de sus últimos siete juegos y su única victoria —contra Baltimore— fue gracias a un jonrón salvador de Nick Swisher en el último turno al bate.
Aún les quedan siete partidos frente a los Rays de Tampa Bay, que les pisan los talones a medio juego. Ambos iniciaban el lunes una serie de tres duelos en la casa de los Rays.
Si los playoffs fuesen hoy, los potenciales rivales de los Yanquis en la primera ronda serían los Mellizos de Minnesota o los Rangers. Ambos clubes cuentan con rotaciones bien afiladas, Texas con Lee y Minnesota con el dominicano Francisco Liriano (2.21 de efectividad tras el Juego de Estrellas). Si sobreviven, entonces vendrían los Rays con David Price como su as y mejores pitchers secundarios como Matt Garza y James Shields.
Girardi se expresó optimista con miras a las próximas semanas.
“Me siento bien con este equipo. Hemos trabajado duro para estar en la posición en la que nos encontramos, aún tenemos mucho que dar y creo que vamos a cerrar fuertes en la parte final”, comentó.