El descalabro significa, aunque no matemático todavía, el adiós de los Bravos, que ahora sólo pueden aspirar a ganar el resto de sus juegos para finalizar con nueve triunfos en el todos contra todos.
Esta vez fue el bateo lo que le dio el sexto triunfo a Aragua, quienes venían de ver cortada una racha de cuatro triunfos al hilo en el Universitario, pero que anoche completaron la barrida en sus cuatro juegos ante los insulares. Luego de recibir dos carreras de la visita en el segundo tramo, la toletería tigrera le montó una emboscada al iniciador neoespartano Heath Totten en el tercer acto. Con siete indiscutibles los Tigres anotaron cinco carreras, incluyendo un sencillo remolcador de dos rayitas del mejor bateador de los félidos en la campaña: Wilson Ramos.
“Esos dolores de espalda desaparecieron. Siempre es agradable poder ayudar a tu equipo a ganar”, contó el toletero. “Confío en mi equipo. Una de las fortalezas de este conjunto es su bateo y hoy lo demostramos. Pero desde ya estamos pensando en los Leones (a quienes se miden el sábado). El Caracas es un equipo muy fuerte y debemos jugar concentrados”.
Aragua jamás perdería la ventaja y por el contrario seguiría castigando al relevo isleño con una carrera en el cuarto, otra en el quinto, dos en el sexto y una más en el octavo. A punta de palo la novena de la Ciudad Jardín barrió 4-0 la serie particular con Bravos en la postemporada.
Ayer cada tigre que se paró en el plato ligó al menos un sencillo. Lastings Milledge volvió a ser figura con dos remolcadas y par de cohetes. Álex Romero sonó un jonrón en el octavo y pisó dos veces el plato, mientras que los dos primeros en el orden Hernán Iribarren y Luis Maza sonaron cada uno tres indiscutibles.
“Hoy cada bateador hizo su trabajo, en especial Milledge, Ramos y Romero. Estamos haciendo las cosas bien, enfocados en lograr el objetivo”, dijo el mánager Buddy Bailey.
Los Tigres descansan el viernes, mientras los Bravos se van a Maracaibo para una serie de dos encuentros.