“Hubo episodios de venganza en las últimas horas antes de la caída del régimen. En Bab al Aziziya (cuartel general de Gadafi tomado el martes) hubo una masacre. Mataron a más de 150 prisioneros. Los guardias lo hicieron antes de huir. Les lanzaron granadas”, declaró.
El responsable de operaciones militares de los rebeldes también explicó que sus tropas ya controlaban “el 95% de Trípoli”.
“Sólo quedan algunas zonas de resistencia” en los barrios de Salah al Din y de Abu Salim, aseguró.
Nagib Mlegta agregó que espera que los rebeldes controlen totalmente la capital libia y capturen a Gadafi en las próximas 72 horas.
Fuerzas leales a Gadafi ejecutan a presos, afirma Amnistía Internacional
Amnistía Internacional afirmó disponer de testimonios de testigos presenciales que indican que fuerzas leales al líder libio Muamar Gadafi mataron a “numerosos” presos en dos campamentos militares en Trípoli.
La organización de derechos humanos establecida en Londres dice que otros presos que lograron escapar denunciaron como el martes, el día en que los rebeldes tomaron la fortaleza de Gadafi de Bab al Azizia en la capital, tropas leales al régimen lanzaron granadas y abrieron fuego contra 160 detenidos que trataban de huir del campamento de Jilit al Feryan, al suroeste de Trípoli.
Uno de los supervivientes, Hussein al Lafi, preso en el campamento desde el 29 de junio acusado de respaldar a los rebeldes, afirmó que sus tres hermanos murieron mientras trataban de huir.
“Estaba de pie junto a la puerta cuando vi a dos guardias. Inmediatamente abrieron fuego, y vi a uno de ellos con una granada en la mano”, explicó a Amnistía este hombre de 40 años, padre de cinco hijos y oriundo de Zawiya, una ciudad costera cercana a Trípoli.
“Unos segundos después, oí una explosión, seguida de otras cuatro. Caí al suelo boca abajo, otros me cayeron encima y podía sentir su sangre caliente”, siempre según el testimonio citado por Amnistía.
“Había mucha confusión a mi alrededor, humo por todas partes, gente pidiendo ayuda a gritos y tratando de huir. Vi docenas de cuerpos, y estaba cubierto de sangre y de carne humana”, declaró a la organización.
El miércoles, en otro campamento situado en Qasr Ben Ghashir, a unos cinco kilómetros de distancia del primero, guardias abrieron las celdas de cinco presos y los ejecutaron. Al escuchar los disparos, los otros 70 prisioneros se alarmaron y forzaron la salida. Para cuando lograron huir, los cinco centinelas habían desaparecido.
En un comunicado previo, Amnistía denunció, citando testimonios recogidos por una delegación enviada a Libia, torturas y malos tratos cometidos tanto por rebeldes como por fuerzas leales al régimen en Zawiya.
Amnistía, que recuerda que matar o torturar a presos durante un conflicto es un crimen de guerra, urgió a las fuerzas de Gadafi a “cesar inmediatamente estas ejecuciones de detenidos”, y a éstas y a los rebeldes a “comprometerse a no hacer daño a los presos que están en sus manos”.