La investigación, que aparece publicada en la revista médica The Lancet, involucró a 772 individuos obesos o con sobrepeso en Australia, Alemania y el Reino Unido.
Encontró que aquellos que fueron inscritos en un programa comercial de pérdida de peso lograron perder en 12 meses el doble de peso que los que recibieron tratamientos convencionales.
Además, el programa también pareció ayudar a reducir los niveles de colesterol y el tamaño de la cintura, disminuyendo el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
El estudio fue llevado a cabo por la doctora Susan Jebb, de la Unidad de Investigación Nutrición Humana del Consejo de Investigación Médica (MRC) del Reino Unido.
Estrategia efectiva
Los resultados, afirma la investigadora, muestran que este tipo de programas de asistencia de pérdida de peso llevados a cabo conjuntamente con los programas de asistencia primaria, podrían ser una estrategia positiva para reducir las enormes tasas de obesidad y sobrepeso que enfrentan muchos países del mundo.
Los programas comerciales para perder peso ofrecen a los participantes, a cambio de una cuota, reuniones semanales en las que se ofrece apoyo, consejos y asesoría, se pesa al participante y se promueve la reducción calórica, la dieta balanceada y el incremento en la actividad física.
Por otra parte, las regulaciones sanitarias de muchos países indican que un médico general debe asesorar a un paciente obeso o con sobrepeso sobre alimentos y actividades que conduzcan a la pérdida de peso.
Los investigadores del MRC querían analizar cuál es la intervención clínica más efectiva para tratar el problema de obesidad. Para ello dividieron a los participantes al azar en dos grupos.
El primero recibió una afiliación de doce meses al programa de Weight Watchers de su localidad. Y el segundo fue asignado a la asesoría convencional de asistencia primaria que ofrecen las clínicas de salud general.
Después de 12 meses, los resultados mostraron que los individuos que habían participado en el programa comercial perdieron en promedio 5,06 kilos.
Los que recibieron consejos de su médico perdieron 2,2 kilos en promedio.
Además, los individuos del primer grupo mostraron una reducción de 5,60 centímetros en la circunferencia de su cintura, comparado con 3,16 en el grupo que recibió asesoría de su médico general.
Ambos grupos mostraron menores niveles de presión arterial.
Apoyo y motivación
Tal como señalan los autores «las pérdidas de peso similares que se lograron en Australia, Alemania y el Reino Unido implican que este programa comercial, en asociación con los servicios de salud primaria, es una intervención robusta que podría generalizarse en otros países económicamente desarrollados».
«La mayor pérdida de peso de los participantes asignados al programa comercial estuvo acompañado de mayores reducciones en la circunferencia de la cintura y la masa de grasa que en los participantes asignados a los servicios convencionales».
«Se esperaría que estas reducciones conduzcan a una disminución en el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular» agregan.
Los investigadores creen que la motivación y el apoyo que ofrecen semanalmente los programas comerciales de pérdida de peso tienen un impacto importante en el paciente.
Pero ahora, dicen, se necesitarán más estudios para determinar si este apoyo y motivación de grupo ayudan también a mantener a largo plazo el bajo peso corporal logrado.
Sin embargo, tal como señalan otros expertos, un obstáculo importante para el establecimiento más amplio de esta estrategia es su alto costo.
No todos los países, principalmente aquéllos en desarrollo donde el problema de la obesidad se está incrementando de forma alarmante, serían capaces de financiarlos.