Los perros tienen una eficiencia del 93 por ciento para detectar el cáncer.
En el marco de la reciente conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer –el pasado 4 de febrero- instituciones europeas han querido recordar el sorprendente y relevante papel que los perros pueden jugar a la hora de diagnosticar esta enfermedad, en especial, el de próstata, uno de los más frecuentes.
Una investigación realizada por la Medical Detection Dogs del Reino Unido desvela que los canes son capaces de detectar el cáncer existente en la próstata, oliendo la orina del paciente, y su eficacia es del 93%. Lo que viene a confirmar que su olfato es prácticamente infalible.
El olfato, esa herramienta que los perros usan para recibir información y relacionarse con su entorno, es su sentido más desarrollado. Tanto es así, que se cree que los canes tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, mientras que los seres humanos tan sólo contamos con 5 millones.
Por tanto, no es de extrañar que gracias a esta cualidad excepcional se hayan convertido en una parte esencial de los cuerpos de seguridad, que los entrenan para la búsqueda de explosivos, drogas… e incluso para encontrar supervivientes bajo los escombros cuando hay una catástrofe.
La misión de estos héroes de cuatro patas no se reduce solamente a estas tareas. Además de hacernos compañía, han demostrado ser la mejor guía para las personas ciegas, y todo un apoyo a la hora de realizar diversas terapias con niños con diferentes capacidades, y contribuir a la recuperación de los pacientes en hospitales.
En el Reino Unido ya ha incluido las investigaciones sobre perros para tratar el cáncer en su sistema de salud. De hecho, el país anglosajón es la cuna de la organización Medical Detection Dogs.
Esta entidad benéfica se dedica a entrenar perros de lunes a viernes con el objetivo de que éstos puedan colaborar en la detección del cáncer, sobre todo, en la distinción de los falsos positivos.
Cuando los canes detectan el olor asociado al cáncer de próstata en muestras de orina de 0,5 milímetros, alertan a los expertos sentándose o parándose.
Pero el cáncer de próstata no es el único que los perros han sabido distinguir, también el de mama. Una enfermedad que supone la segunda causa de mortalidad de las mujeres en el mundo.
Este descubrimiento fue gracias a Isabelle Fromatin, del Instituto Marie Curie, quien hace más de diez años elaboraba una tesis sobre las heridas y lesiones provocadas por el cáncer de mama. Isabelle centró su investigación en los olores asociados a estas heridas, que emiten unas sustancias químicas orgánicas, denominadas compuestos orgánicos volátiles.
Los canes podían distinguir con su olfato estos biomarcadores producidos por las células cancerosas, advirtiendo, así, de la presencia de la enfermedad.