Ambos equipos llegan con unas plantillas plenamente identificadas con una gran mayoría de jugadores que se conocen desde hace años y buscan concretar los detalles de adaptación para anular al equipo rival.
El trabajo importante de los técnicos y de los directivos de ambos equipos lo han hecho desde hace varias temporadas con las selecciones que lograron en los distintos sorteos universitarios y agentes libres de calidad, pero sin ser estrellas.
La política de formación de plantillas que realizan los dos equipos históricos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) es la que se considera «ideal» para conseguir el gran objetivo que han logrado como estar en la lucha por el título del Super Bowl.
Los Packers y los Steelers tendrán cuando salten al Cowboys Stadium a 16 de los posibles 22 titulares como jugadores que hicieron su debut con el equipo después de haber sido seleccionados en el sorteo universitario.
Otros dos jugadores a los que nadie prestó atención en el sorteo universitario han estado siempre con el equipo, mientras que los restantes cuatro son agentes libres y éstos fueron adquiridos tras una minuciosa búsqueda, sin caer en pujas con otros rivales para ver quién ofrece más dinero.
El cornerback Charles Woodson, de los Packers, y el linebacker James Farrior, de los Steelers, son jugadores muy cotizados ahora mismo, los capitanes en ambos protagonistas.
Pero la ironía para ambos es que van a disputar un Super Bowl gracias a que otros equipos no los quisieron.
«Hicimos varias llamadas por teléfono con mi agente y nada», declaró Woodson, quien se fue de Oakland con una reputación de preferir más las fiestas que entrenarse. «Por algún motivo, Green Bay insistió. Quise resistirme. Finalmente me decidí visitar Green Bay y el resto es historia».
Farrior fue un descarte de los Jets de Nueva York, un jugador al que se le consideró muy lento para estar en el puesto de un linebacker situado en los costados o muy pequeño para hacerlo en el medio de la línea de golpeo.
Pero los Steelers se convencieron que era la pieza perfecta para su esquema. Esto es lo que pregona ahora: «Yo nací para ser el jugador que ayude a los Steelers de Pittsburgh».
Farrior, de 36 años, destacó que desde que llegó en el 2002 a los Steelers siempre se ha sentido querido y respetado con todo lo que ha hecho por el equipo.
«Sentí que se me apreciaba», añadió. «Creo que hacen un magnífico trabajo de seleccionar los jugadores que se adaptan a su estilo. Eso es lo que resalta de los Steelers: siempre lo han hecho».
Farrior subrayó que los Steelers saben dar con la tecla para encontrar buena gente, con la personalidad positiva, buenos jugadores y eso lo que les ha permitido ser un equipo ganador.
Los Steelers y los Packers son equipos históricos que han demostrado siempre su capacidad de formar plantillas ganadoras y plenamente identificadas con su juego, sin que los dueños tengan como filosofía el hacer gastos multimillonarios o captar titulares periodísticos.
Mientras que los entrenadores están obligados a conseguir que el equipo juegue al máximo si quieren llegar lejos en la competición como han hecho esta temporada.
Además, la paciencia y la confianza son los aspectos esenciales. Los Packers lo demostraron al darle su apoyo al gerente general Ted Thompson.
Pese a decisiones que provocaron el rechazo de la afición, como lo fue la selección de Aaron Rogers en la primera ronda del sorteo universitario cuando aún tenían al legendario mariscal de campo Brett Favre con ellos en la plantilla.
«Se tiene una serie de criterios para saber evaluar a un jugador», resaltó Mike McCarthy, el entrenador de los Packers. «Cuando llega la hora de decidir si se selecciona a un jugador, todos sabemos que Ted ha hecho su trabajo».
Por su parte, los Steelers disputarán su tercer Super Bowl en seis temporadas, en gran medida gracias a que se las ingenian para renovarse mediante el sorteo universitario.
La mejor muestra de su acierto con esa política son los ocho jugadores de los últimos 10 que seleccionaron en la primera ronda y se encuentran entre los titulares, aunque su turno de selección es de los últimos por quedar siempre entre los mejores de la liga.
«Sabemos lo que queremos para nuestro equipo y eso es lo que buscamos en el sorteo», declaró Mike Tomlin, el entrenador de los Steelers, que ya forma parte de la historia de la NFL.