Como es bien sabido, el jugador madridista no solo es uno de los mejores futbolistas del mundo, sino que también se maneja como pez en el agua en el mundo empresarial. Esta faceta es la que le ha llevado a afrontar operaciones en las que también ha participado de alguna manera el nuevo presidente de Estados Unidos.
La más mediática tuvo lugar en agosto de 2015, en lo que fue el primer acercamiento de Cristiano Ronaldo al mundo Trump. Y es que el crack luso adquirió uno de los exclusivos apartamentos del magnate en la majestuosa Torre Trump de la Quinta Avenida de Nueva York. El delantero pagó por su nuevo hogar alrededor de 18 millones de dólares.
La vivienda en cuestión consta de 233 metros cuadrados y forma parte del conjunto de 58 plantas que conforman el famoso edificio neoyorquino Trump Tower. En el ático del mismo reside el propio Donald Trump, quien se mudará en enero a la Casa Blanca.
Según confirmó The New York Post, la venta se fraguó con la intervención directa de Alessandro Proto, antiguo dueño del apartamento y director de la controvertida compañía Proto Group.
Precisamente, este grupo inmobiliario de negocios, del que Trump también es dueño, según varios medios nacionales e internacionales, publicitó un acuerdo en enero de 2016 anunciando que Ronaldo había comprado un hotel en Mónaco por 140 millones. Dicha adquisición nunca fue confirmada, pero sí encajaba con la nueva aventura empresarial de Ronaldo, en lo referente a su alianza con el Grupo Pestana de Portugal para construir hoteles marca CR a lo largo y ancho del mundo.
Tres meses después, el futbolista denunció a Proto Group alegando «falsas informaciones» en torno a su figura, lo que les habría llegado a sufrir incluso «condenas de cárcel por parte de la Justicia italiana», tal y como explicó un portavoz del jugador mediante un comunicado.
La compañía, por su parte, respondió demandando al futbolistas por calumnias y reclamó daños por valor de 10 millones. Desde Proto Group señalaron entonces que «la información de las transacciones realizadas en conjunto son de dominio público desde hace casi un año, en todo el mundo. Probablemente, Cristiano está molesto porque no hemos acordado hacer una operación con él«.
Sea como fuere, lo cierto es que la relación entre Cristiano y Trump no ha pasado del mero plano profesional. No obstante, el portugués, en signo de respeto, felicitó al republicano tras su victoria en las elecciones de Estados Unidos, según cuenta Diario Gol.
MSN