Al menos una treintena de invitados aguardaban con sus elegantes atuendos y casi en silencio a recibir el permiso para poder acceder a sus asientos en el interior de la Abadía, donde comenzará el servicio religioso a las 11:00 (10:00 GMT).
A esa hora es cuando la novia llegará al altar, lugar en el que desde tres cuartos de hora antes esperará su prometido, el príncipe Guillermo.
Una vez abierta la Abadía, las cadenas de televisión británicas con acceso retransmitieron el aspecto final de ese escenario, que fue adornado con una alfombra roja en cuyos laterales hay ocho árboles, seis arces silvestres ingleses y dos carpes.
Los organizadores instalaron más de cuatro toneladas de vegetación ornamental en el interior de la Abadía para conseguir un escenario similar al de un bosque artificial.