Pero para un claro militante del partido rojo, dirigente y seguidor a ultranza del proyecto político del presidente Hugo Chávez, la decisión de colocar al ex alcalde fue una imposición. «Me hubiese gustado decidir por uno de los que estaban postulándose. Había muchas opciones: Henry Ramírez, Francisco Delgado, Giovanny Villalobos, Ana Clara Barboza de Di Martino, eran varios precandidatos que debieron escogerse desde la dirección regional. Pero bueno, si el líder de la revolución bolivariana decidió que sería Gian Carlo Di Martino, entonces votaremos por él». Inconforme, pero aun con «rodilla en tierra», se declaró Larry Contreras.
El estudiante de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) de 41 años, expresó que el consenso desde el buró político regional y las primarias hubiesen sido los mejores mecanismos para la elección del abanderado rojo. «No debió escogerse el candidato a dedo, sino darle la oportunidad a la militancia del PSUV que decidiera cuál era la persona más representativa, la que más se identificara con las parroquias y con los zulianos».
Contreras no tiene claro por qué Di Martino es la carta que se juega el Gobierno en los comicios del 5 de diciembre. Reconoce que en las elecciones regionales no quedó bien parado y que tiene más de 10 denuncias por mala gestión en la Fiscalía, pero admite: «Yo simpatizo con el proceso revolucionario, y si nuestro líder dice que es Gian Carlo Di Martino tendremos que apoyarlo, aunque haya desacuerdo, incluso desde la dirigencia regional».
Otros, como el comerciante Henry Villalobos, de 43 años, ve como positivo la aspiración del actual cónsul en Milán, porque a su juicio, la ciudad necesita la «competencia» de gestión entre oposición y chavismo. «Aquí hace falta que esté el chavismo, porque si la oposición tiene el control de todo sucede lo que ahora está pasando, que no envían recursos o no se preocupan por mejorar las cosas porque no hay nadie que los controle», opina.
Lo rechazan
Sin embargo, hay marabinos que con sólo mencionarles el nombre de quien dirigió la Alcaldía por ocho años se cruzan de brazos y se niegan a pensar en la posibilidad de su regreso. «¡Ni lo quiera Dios! Ese hombre no me gusta. Él lo hizo muy mal cuando estuvo en la Alcaldía, y el pueblo ahora se lo va a cobrar, de eso estoy segura», sostuvo María Graterol, un ama de casa de 43 años.
Giuseppe García, el estudiante de Ingeniería de 21 años, tiene claro sus razones para no votar el 5 de diciembre por el abanderado oficialista: «Ya él tuvo su oportunidad, tenemos que darle el chance a otros que hagan su gestión. Es cierto que él hizo algo por el deporte, pero dejó muchas deficiencias. Dejó una Alcaldía desvalijada, problemas con Sabenpe, con el Imau». Para este joven, el chavismo en Zulia es una ideología difícil de consolidar, y la designación de Di Martino da muestra de ello: «En el PSUV hay problemas y no hallan qué hacer. No se entienden ni ellos mismos».
La Verdad