«Estamos preparados para ofrecer garantías de seguridad que son diferentes, únicas, respecto a lo que Estados Unidos ha hecho en el pasado», dijo Pompeo en una conferencia de prensa en Singapur.
El titular de Asuntos Exteriores respondió así a una pregunta sobre si el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, conversarán en la cumbre de este martes sobre la presencia de más de 28.000 soldados estadounidenses en Corea del Sur.
No obstante, Pompeo no quiso aclarar si las garantías de seguridad que Washington está dispuesto a ofrecer a Pyongyang tienen que ver con una reducción o retirada de sus tropas en la península coreana, pese a que recibió dos preguntas sobre ese punto.
«Estamos preparados para tomar medidas que darán (a Corea del Norte) una certeza suficiente de que pueden estar cómodos sabiendo que la desnuclearización no acaba mal para ellos», se limitó a indicar Pompeo.
Eso no significa, subrayó, que el Gobierno de Trump haya «cambiado» el objetivo de su acercamiento diplomático a Pyongyang.
«La desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península coreana es el único resultado que aceptará Estados Unidos», destacó Pompeo.
«Vamos a asegurarnos de que establecemos un sistema lo suficientemente robusto como para verificar» que los norcoreanos cumplen sus compromisos de desnuclearización, prometió.
El secretario de Estado se mostró «muy optimista» sobre el éxito de la cumbre de este martes, pero también rebajó las expectativas sobre su resultado.
«Estas conversaciones establecerán un marco para el difícil trabajo que vendrá después», en las negociaciones nucleares, recalcó.
«El presidente Trump va a hablar con confianza, una actitud positiva y ganas de un verdadero progreso», añadió.
Pompeo dijo, además, que las negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte para preparar la agenda de la cumbre avanzan «muy rápidamente», por lo que se espera alcanzar una «conclusión más rápido de lo previsto».
Delegaciones diplomáticas de alto nivel de los dos países se han reunido hoy en el Hotel Ritz Carlton de Singapur por última vez para cerrar la agenda de histórico encuentro.
Durante la misma rueda de prensa, Pompeo desveló que el presidente Trump había llamado hoy por teléfono al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y al primer ministro nipón, Shinzo Abe.