La mayoría requieren formación, nuevas habilidades, mirar al futuro y reorientarse. Las empresas más dinámicas valoran, más o menos, un 50% los conocimientos, formación y experiencia, y otro 50% las actitudes, habilidades o valores. Esto implica que los candidatos deben formarse en una esfera de conocimiento potente y actual, pero sin olvidar toda la formación transversal que puede ser el elemento diferenciador entre un candidato y otro con formación similar.
Las áreas más demandadas pueden ser las relacionadas con la tecnología y la informática, el conocimiento del big data, el comercio exterior, el espíritu emprendedor y las capacidades de negociación y comunicación, sin olvidarnos de la Neurociencia.
La Informática
La tecnología nos absorbe y ya forma parte de la vida diaria de los individuos. Y por ello, se crea una sociedad paralela que debe ser regulada. La ciberseguridad se posiciona sin ninguna duda como una opción de lo más acertada.
“Estamos ante un cambio de ciclo económico, y por extensión del modelo profesional”, afirma José Lominchar, director general de la Escuela de Negocios Next, “En los próximos años, las empresas llegarán a necesitar hasta 20.000 profesionales en el campo de la ciberseguridad, ya que en el último año, ha aumentado un 33% el número de empresas que han invertido en este campo”.
El desconocimiento que existe entre la población sobre los riesgos de los ciberdelitos preocupa incluso al Gobierno, que reitera la necesidad de “concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de la ciberseguridad”
La ambición exterior
La internacionalización se torna cada día en un desafío permanente al que las empresas deben plantar cara para poder sobrevivir. Para ello, las compañías buscan incorporar profesionales que puedan hacer frente a este exigente proceso que puedan detectar y desarrollar nuevas oportunidades, pero también que tengan un dominio logístico para importar y exportar.
Si un perfil tan completo como ese va unido con un dominio de idiomas, muchas veces necesario, el candidato puede convertirse en imprescindible para su plantilla.
El espíritu emprendedor
Las empresas que quieran lanzarse al éxito son conscientes de que la reorientación y la reinvención son necesarias para hacerse con los beneficios que ansían. Por ello, siempre están a la caza y captura de personas que puedan protagonizar el desarrollo de los proyectos innovadores y creativos que les lancen al éxito.
Cristina Sastre, responsable del Departamento Internacional de Next International Business School explica que: “El perfil del profesional más completo es aquel que conjuga el espíritu emprendedor y la vocación exterior. La capacidad emprendedora de un profesional no debe ser entendida únicamente como la creación de una empresa desde su inicio, sino ser capaz, además, de poder emprender a nivel interno de la empresa aportando elementos innovadores. Si esta capacidad, viene acompañada de una visión internacional, tan fundamental en el entorno tan globalizado en que nos encontramos, estaremos ante la mixtura idónea para un candidato ideal”.
Comunicar
Comunicar correctamente es un área de conocimiento que muy pocas personas consiguen dominar en la actualidad. Símbolo de liderazgo y dirección, un buen comunicador es capaz de alcanzar un éxito que una empresa por sí sola no puede abarcar. “Si no comunicas, no existes”, sentencia Campo Vidal.
Comunicar de forma sobresaliente implica no solo saber hablar, sino dominar la escritura, tener un amplio vocabulario, prepararse el discurso y aplicarlo también en las redes sociales.
Aunque las habilidades comunicativas deben sobresalir en el currículo de cualquier candidato, lo cierto es que muchas compañías ponen de manifiesto la necesidad de incorporar portavoces que puedan afrontar las situaciones de crisis que sobrellevan las empresas, comuniquen los éxitos para que medios de comunicación y sociales se hagan eco de ellos, y entiendan y se hagan entender.
Formación transversal
En el otro 50% que las empresas tienen en cuenta para elegir a su candidato perfecto, se encuentran multitud de habilidades que deben compaginarse con la especialización. Hay que trabajar bien bajo presión, tener flexibilidad, conocer las redes sociales, tener motivación, autoconfianza, trabajar en equipo, adaptarse al cambio o autoconfianza.
Sin embargo, hay que hablar de otro tipo de formación que pocas veces se ofrece en universidades o escuelas de negocios, y es complementar la formación específica con la transversal: además de tener todos los conocimientos relacionados directamente con su área de actividad, debe formarse en otros de utilidad.
El marketing:
Es una de las herramientas más valoradas en las compañías, ya que aporta mucha rentabilidad y consigue hacer llegar el mensaje a un gran público.
Neurociencia:
Incide directamente en el marketing y también en la mente del consumidor final, por lo tanto eldominio de esta disciplina está cobrando importancia de forma progresiva. “Las empresas necesitan cada día introducir más emotividad en sus mensajes para así atraer a su cliente” Explica Mónica Deza, ejecutiva española de reconocido prestigio internacional, vinculada a entornos relacionados con innovación, ciencia aplicada a la comunicación o el marketing digital y consejera de Next International Business School.
Redes:
“Se necesitan personas que den explicaciones a la complejidad de la Sociedad en Red y el tratamiento del Big Data”, afirma Alberto Calero, miembro del Consejo de Next IBS y profesor de la escuela. La Ciencia de las Redes es una esfera poco conocida, que de momento solo se imparte en Boston, Budapest y en Next.
Sin duda, una formación de calidad es una buena herramienta para plantar cara a la crisis. Independientemente de la situación que se viva, “deben existir las oportunidades para que los jóvenes y profesionales españoles den salida a su talento”, alega José Lominchar, director general de Next.
Con información de elconfidencial.com