Lilian Tintori, esposa del encarcelado líder opositor venezolano Leopoldo López, afirmó este sábado que el gobierno de Nicolás Maduro le «ofreció» protección, la cual rechazó alegando desconfianza en los cuerpos policiales y de inteligencia.
«Me convocaron a una reunión para ofrecerme seguridad del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional)», publicó Tintori en la red social Twitter.
La esposa del político opositor aseguró que los cuerpos de inteligencia la acosan. «Decidí no asistir, porque quien me acosa, me persigue y me intimida es el Sebin», añadió.
Jorge Arreaza, vicepresidente de Venezuela, había afirmado este mismo sábado que Tintori podría ser el objetivo de «mercenarios financiados por la ultraderecha» para cometer crímenes políticos antes de las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
«Tenemos información certera de que hay mercenarios (a los) que les están pagando 30.000, 50.000 dólares por ir y hacer crímenes políticos, y que ella pudiese ser objetivo de esos mercenarios de la ultraderecha», dijo Arreaza sobre Tintori.
El vicepresidente afirmó que «le hemos ofrecido protección a ella, como a otros dirigentes de oposición que aparecen en información de inteligencia como objetivos, blancos para generar confusión y decir que fue el gobierno» el responsable de la violencia.
Sin embargo, Tintori manifestó su incredulidad frente a las advertencias del gobierno de Maduro, y apuntó que «el régimen afirma que me quieren matar, así como querían matar a Leopoldo. ¡Ya nadie les cree!». «Demasiadas mentiras y demasiados engaños han caracterizado a este régimen», agregó.
La alerta lanzada por Arreaza se produjo pocos días después de la muerte a tiros de Luis Manuel Díaz -dirigente opositor local-, quien se encontraba a pocos metros de la esposa de López en un evento de la campaña electoral en una pequeña localidad del estado de Guárico.
Tintori responsabilizó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, del homicidio de Díaz y la oposición en general la atribuye a «bandas armadas» del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pero esa versión fue rechazada este jueves por Maduro, quien calificó lo ocurrido como un «ajuste de cuentas entre grupos rivales».
La muerte de Díaz fue condenada por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, el departamento de Estado norteamericano, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el Ejecutivo español, entre otros.
fuente.panorama