Ambos equipos dieron muestras de su intensidad desde el comienzo. Los árbitros señalaron una doble técnica a Artest y Pierce tras una pelea que sostuvieron bajo el aro, y Sasha Vujacic sustituyó a Derek Fisher después de que éste cometiera dos faltas en los primeros minutos.
Los Lakers comenzaron dominando el encuentro (16-10) gracias a un Gasol que, a pesar de entrar al partido algo confuso y con nervios, despertó rápidamente para ofrecer un derroche de garra, clase y efectividad frente a Garnett.
Boston, mientras tanto, permanecía imperturbable. Rajon Rondo, con temple y mano maestra, dirigía un ataque estudiado al milímetro, con una circulación de balón tan precisa como la muñeca engrasada de Pierce.
Dos canastas de Shannon Brown y Jordan Farmar dejaron el marcador en 26-21 al término del primer cuarto, pero la aparición de Rasheed Wallace en las filas de los Celtics dio una leve ventaja a los de Doc Rivers.
La completísima actuación de Rondo y el acierto de Ray Allen impedían el despegue de los de Phil Jackson, que disfrutaron de un sólido Andrew Bynum, a pesar de su maltrecha rodilla derecha.
Pero cinco puntos seguidos de Artest y unos minutos eléctricos de Fisher y Bryant dieron la máxima renta a los angelinos (48-37) poco antes del descanso, cortada de raíz por dos canastas de Rondo; la última, una suspensión sobre la bocina.
El dominio local en la pintura se antojaba decisivo. Bynum siguió imponiéndose a Kendrick Perkins bajo el aro y los Celtics sufrieron el revés de la cuarta personal de Ray Allen en los primeros minutos del tercer periodo.
Entonces los californianos metieron la directa, y un canasto de Bryant en el contraataque, tras un robo de balón, puso sobre aviso a su rival (65-52).
Un parcial de 1-10 en el último cuarto animó a los Celtics. A muchos les recordó la ya clásica relajación de los Lakers. Pero Gasol evitó que la reacción fuera a más. Cuatro puntos seguidos del español, revivieron a los Lakers (91-76, a falta de 6:12) y los de Massachusetts no pudieron reaccionar más.
dp / Reporte360