El resultado permitió a la tropa melenuda apoderarse en solitario del tercer peldaño de la clasificación. «Shawn pudo sacar los dos primeros outs pero después, por alguna razón, no encontró la zona de strike», narró el manager de los capitalinos, Tim Teufel, la corta actuación de su hijo. «Con el primer boleto y los dos hits que le dieron creo que perdió un poco la confianza y tuvimos que recurrer al bullpen».
Los pájaros rojos, sin embargo, no pudieron sacar provecho suficiente al descontrol del zurdo. En ese primer capítulo recibieron tres boletos y pegaron dos indiscutibles, pero solo lograron pisar el plato en dos ocasiones, dejando a tres corredores en las bases cuando Wilsen Palacios hizo abanicar la brisa a Alex Liddi.
Apenas era el comienzo de la reacción melenuda, que contó con un productivo madero del jardinero importado Caleb Gindl. «No sentí presión por los abucheos. Eso me motivó a cumplir mejor con mi trabajo», indicó el toletero zurdo luego de fletar cuatro anotaciones, producto de un doble y su primer jonrón de la temporada.
Los fanáticos de los Leones le hicieron saber en su primer turno que estaban perdiendo la paciencia por su bajo promedio. «En los últimos juegos estuve viendo muchos pitcheos en cada turno para hacer los ajustes necesarios. Eso permite que las cosas comiencen a ocurrir en la ofensiva», celebró quien antes del cotejo dominical solo había remolcado una rayita en 35 turnos al bate.
«La verdad es que disfruté los dos batazos por igual, es genial poder conectar la pelota con contundencia», dijo Gindl, quien también recibió dos pasaportes.
Mientras todo esto pasaba, Palacios, Héctor Rondón, Jorge Lugo, Dylan Owen, Víctor Gárate, Miguel Socolovich y Josh Wilkie se combinaron para apagar los intentos de rebelión de los Cardenales, que cayeron por séptima ocasión en 11 juegos y por tercera vez corrida, a pesar que picaron adelante contra Teufel.
«Sé que Shawn puede ayudarnos a obtener victorias, pero ahora lo hará desde el bullpen», cerró el manager Teufel.