Con el juego empatado a cuatro carreras, un out y hombres en las esquinas, el mánager Tim Teufel ordenó a Dyson tocar la bola. El veloz guardabosques respondió con una ejecución perfecta ante un cuadro cerrado de Cardenales de Lara que finalmente no pudo evitar que los Leones anotaran en las piernas de Ronald Bermúdez la quinta y a la postre definitiva carrera con la que terminaría el encuentro.
“Ese es mi juego, el de ponerle presión a los pitchers contrarios, sacarle provecho a mi velocidad, mantener la bola en juego. No me gusta intentar elevar la bola porque me salen flies, mi juego es el de embasarme y que sean otros quienes impulsen las carreras”, explicó Dyson al finalizar el partido.
Teufel ordenó ese toque y podía hacerlo, después de todo se trata de un hombre que este año se robó 11 almohadillas en 26 encuentros en las mayores. La rapidez en las bases es un recurso que le ha dado frutos a Dysan, quien sin sacar la bola del cuadro ya ha provocado un par de errores en la campaña y ha dado un par de incogibles.
Dyson fue la chispa que prendió el motor caraquista en la ruta a la victoria, pero el carro lo empujaron otros, los mismos que condujeron al triunfo del primer día, Daniel Mayora, Jesús Sucre y Ronald Bermúdez. El tridente de promesas caraquistas impulsó cuatro de las cinco anotaciones de los metropolitanos ayer y ha producido 8 de las 11 carreras del equipo en lo que va de temporada.
“De verdad que me he sentido bien en el plato en los últimos días y eso me ha ayudado”, dijo Daniel Mayora, quien ayer se fue de 4-3 y ha fletado cuatro para la causa caraquista. “Mientras que el mánager me ponga a jugar voy a estar ahí intentando dar los batazos”, agregó el infielder caraquista.
El varguense fue precisamente el único toletero selvático que pudo descifrar al abridor de Cardenales de Lara, Erasmo Ramírez, quien en las cinco entradas que lanzó permitió una carrera y demostró porqué está bien conceptuado dentro de las granjas de los Marineros de Seattle. “Ya lo conocía, hasta le di un jonrón en las menores y eso me ayudó”, apuntó Mayora.
Esta vez no fue por blanqueo, pero la fórmula ofensiva le volvió a funcionar al Caracas, habilidad, velocidad en las bases y oportunismo por parte de sus toleteros jóvenes.