Especialista de Essalud señala que este compuesto ayuda a evitar daño a los riñones del niño durante la gestación
Las mujeres que planifican quedar embarazada deben consumir ácido fólico tres meses antes de la gestación para evitar infecciones urinarias y reflujo vesicoureteral que pueden dañar los riñones del feto, recomienda el especialista del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de Essalud, Juan García Bustinza.
Las mujeres deber recibir vacunas contra la varicela o la rubéola para evitar malformaciones severas en las vías urinarias y ocasionar una infección en el embrión en formación, agrega el médico.
Además señaló que durante la gestación es importante la prevención, detección y tratamiento precoz de infecciones intrauterinas como sífilis, toxoplasmosis, citomegalovirus y hepatitis B y C que pueden provocar malformaciones o síndrome nefrótico.
«Es importante mantener una nutrición balanceada, un correcto control del embarazo y evitar la exposición a sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas, plomo, entre otros) que permiten un parto favorable al término de las 36 semanas de gestación. Pero si un neonato nace semanas antes, corre el riesgo de presentar pérdida de proteínas por la orina e hipertensión arterial, iniciando una falla renal”, advierte García.
También dijo que durante la etapa prenatal se debe llevar a cabo una ecografía para detectar malformaciones en las vías urinarias, por lo que sugirió realizarse este examen a las 20 semanas de gestación, a fin de evaluar si hay signos de daño renal y hacer el seguimiento en el diagnóstico de estos pacientes.
Malformaciones congénitas renales en bebés
Las anomalías congénitas en el tracto urinario son la segunda causa de enfermedad renal (riñón) crónica en niños con un 20% de estas malformaciones halladas en la ecografía prenatal, afirmó el médico.
Cabe señalar que por ser una enfermedad progresiva, se estima que de 20 a 80 niños terminarían en diálisis y su riesgo de morir se incrementa cien veces en relación al de un niño sano.
«La expectativa de vida de un niño en diálisis es de solo 20 años, por lo que la prevención, la detección temprana y el tratamiento precoz son importantes para el manejo de estos pacientes”, dijo.
Fuente: El Comercio