«Pero no puede defenderse con insultos y descalificaciones», añadió el alcalde, sino «aclarar dudas ante el tribunal, si es cierto que apoya o ampara» a la ETA o a la guerrilla colombiana de las FARC.
El lunes, un juez español denunció que una supuesta colaboración de ETA con las FARC para formar a sus guerrilleros, que querían atentar en España contra personalidades colombianas entre ellas el presidente, Álvaro Uribe, contó con «cooperación gubernamental» venezolana.
Dos días después, Chávez aseguró que no tenía «nada que explicar» al gobierno español sobre estas supuestas conexiones, exigiendo «respeto a la soberanía» de su país.
«Este gobierno no apoya ni apoyará a ningún grupo terrorista (…) Nosotros no tenemos nada que explicarle a nadie porque apoyamos la paz», insistió Chávez en respuesta a declaraciones del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien pidió informaciones al respecto al Ejecutivo venezolano.
Chávez insistió en que los etarras que han llegado a Venezuela lo hicieron gracias a un acuerdo de 1989 entre los ex presidentes Felipe González y Carlos Andrés Pérez, por el que recibieron el estatuto de refugiados políticos 11 miembros de esta banda armada.
«Venezuela ha sido alero para muchos ciudadanos», comentó Ledezma, citando el ejemplo de numerosos inmigrantes españoles llegados al país tras la guerra civil (1936-39).
«Pero una cosa es que sean recibidos y otra es que desde aquí desarrollen actividades terroristas», zanjó.
En su auto de procesamiento, el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional española se refiere a uno de ellos, Arturo Cubillas, quien sería un eslabón dentro de la presunta «cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entre las FARC y la ETA».