Con bombos y platillos Santos actualmente ex-presidente del país neogranadino, había celebrado y «cobrado» el premio nobel de la Paz, por supuestamente con un acuerdo de «paz» finalizar el capítulo de la guerrilla en Colombia.
Los acuerdos de Santos y la FARC, que misteriosamente estuvieron llevados por Noruega el mismo «facilitador» de diálogo en el caso Venezuela.
Juan Manuel Santos vendió cómo una panacea los acuerdos con la guerrilla más antigua del planeta, que desde Oslo y la Habana se manejaron a espaldas de la decisión del pueblo colombiano que mediante referéndum afirmó que NO quería negociaciones (cualquier parecido al país que ustedes ya saben, NO es pura coincidencia), luego, el gobierno dirigido por Santos le dio un sueldo de por vida y hasta puestos en el congreso colombiano a los supuestos «ex movilizados de la guerrilla» pasando por encima de la decisión ciudadana y absolviendo a criminales, quienes por décadas sumergieron a ese país en ríos de sangre y bestialidades.
Hace pocas horas, los susodichos de las FARC, se presentaron nuevamente armados y con traje de faena, amenazando a la ciudadanía con tomar las calles y caminos colombianos e inundarlos de terror. Que Timochenko diga que no está de acuerdo, siempre es una jugarreta de los lobos disfrazados de ovejas, el único responsables es Juan Manuel Santos de todo lo que suceda al respecto en Colombia.
A estas horas Alvaro Uribe debe estar diciendo: «yo se los dije, con estos tipos no se negocia..»