Un exguardia de 93 años, del campo de concentración nazi de Stutthof (Polonia), declaró este viernes ante un juez en la ciudad alemana de Hamburgo que no sabía que las víctimas del nazismo fueron gaseadas, a pesar de haber escuchado gritos y golpes dentro de las cámaras de gas.
El exsoldado de las SS, Bruno Dey, enfrenta 5.230 cargos por colaborar en los asesinatos que tuvieron lugar mientras estuvo en Stutthof desde 1944 hasta 1945.
Según la declaración de Dey, en una de las ocasiones vio desde la torre de vigilancia cómo unos 20 o 30 prisioneros no mostraron resistencia cuando fueron conducidos hacia las cámaras. No supo testificar si eran hombres o mujeres, ya que tenían la cabeza afeitada, ni tampoco pudo especificar si eran judíos, informa Daily Mail.
«No vi a nadie salir» dijo Dey, alegando que no sabía qué sucedió con las víctimas una vez entraron.
También testificó ver a un grupo de 10 o 15 hombres salir de las cámaras para ser llevados al edificio del crematorio por personas vestidas de blanco. Según relata, le informaron que estos prisioneros debían trabajar fuera del campo y tenían que ser sometidos a una revisión previa.
Comparecerá ante un tribunal de menores
Según declaró el exguardia, él y otros 400 soldados fueron llevados a Stutthof en junio o julio de 1944 y no tenía constancia de qué tipo de personas estaban encarceladas en el campo de concentración.
Aunque no haya evidencia de que Dey haya participado directamente en algún asesinato en el campo cerca de Danzig, hoy la ciudad polaca de Gdansk, los fiscales argumentan que, como guardia, ayudó al funcionamiento del campo.
Debido a que Dey tenía 17 años en el momento de los presuntos delitos, comparecerá ante un tribunal de menores y el juez tendrá que equilibrar la gravedad de los delitos cometidos con el derecho penal alemán para delincuentes juveniles, que prevé una pena máxima de 10 años.
Fuente. RT