Por qué sí y por qué no
Es un hecho, según el pediatra Alan Greene: “El promedio de edad para el primer embarazo está subiendo. Algunas veces por elección, pero frecuentemente por necesidad. Muchos padres más grandes han tratado de concebir durante años”.
Ese fue el caso de Nancy P Hemenway. Directora del InterNational Council on Infertility Information Dissemination, consiguió tener un hijo luego de múltiples pérdidas y a los 50 años adoptó otro. Y aunque no alentaría a nadie a esperar a los 40 años para planificar una familia debido a que a esa edad declina la fertilidad de la mujer, reconoce que su edad la ayudó a ser una mejor mamá.
“La ventaja más obvia es que tienes mucha más experiencia de vida y, por lo tanto, estás dispuesta a navegar el embarazo y la maternidad desde un punto de vista más fuerte. Esto hace que lidiar con los problemas sea más fácil que si tuvieras 20 y tantos. Todos los que se convierten en padres por primera vez experimentan dudas y miedos, pero los más grandes tienen más confianza en lo que van a embarcarse. Además, mucha gente que tiene niños más tarde, están más establecidos y finacieramente más estables y, por lo tanto, tienen más recursos materiales y emocionales que los padres más jóvenes”, asegura.
Estas son las principales ventajas de tener un hijo pasado tu cumpleaños número 40, de acuerdo con el doctor Greene, también autor del libro “Raising Baby Green”:
Los padres mayores de 40 ya han tenido la oportunidad de experimentar más de la vida que sus pares más jóvenes. Muchos son capaces de relajarse y disfrutar de los cambios en su estilo de vida que vienen con la paternidad. Si han estado esperando y esperando por el nuevo bebé por un largo tiempo, incluso pueden tener una mayor perspectiva de las maravillas de la pequeña adición a la familia.
Tienen más recursos económicas que los que tenían cuando eran jóvenes. Esto les permite invertir en mejores y más saludables productos para su bebé.
Con frecuencia están más alertas de la salud, la vida saludable y los asuntos ambientales que sus pares más jóvenes. Esto no es una verdad universal, pero mucha gente toma más conciencia de su salud a medida que envejece. Esto se traduce en elecciones más sabias respecto de las horas de sueño, alimentación, actividad física para toda la familia, etcétera.
Sin embargo, si estás pensando en esperar, ten en cuenta también las desventajas que detalla el doctor Greene:
Los padres más grandes no tienen tanta energía. Es importante dormir cuando duerme el bebé, incluso si esto implica tomar pequeñas siestas durante el día y acostarse más temprano a la noche.
La paternidad no termina cuando tu hijo cumpla 18. Empezar más tarde significa vivir una porción más pequeña de la vida de tu hijo.