Las «reservas excedentarias»; el instrumento con el que saquearon las arcas de la nación:
Que Kuwait, ese minúsculo país en el golfo pérsico tuviese más de 4000 millones de dólares en reservas internacionales, el día que fue invadido por Irak, y que ese mismo día Emiratos Árabes Unidos tuviese en caja más de 5000 millones, no ha sido impedimento para que dichos países que juntos tienen menos petróleo que Venezuela y que también viven de exportar dicho producto, le colocaran un techo a la acumulación de dinero efectivo en divisas como respaldo a sus obligaciones como estados soberanos, en la actualidad ambos tienen 30 mil y 99 mil millones de dólares americanos guardados (por si acaso), mientras que Venezuela tiene la peor caída de sus reservas en 14 años, rozando los 10 mil millones.
Esta es en sí, la definición de “reservas internacionales”, mantener divisas acumuladas como respaldo de las operaciones cambiarias en la nación, el flujo de caja de importaciones, obligaciones de la república, entre otras, ahora bien; las “lumbreras del conocimiento” retrogrado comunistoide en Venezuela parieron un término para definir, según ellos, el dinero en divisas “sobrante”, dicho término fue acuñado como “reservas internacionales excedentarias”, en la práctica, al llegar a un techo predefinido por estimaciones de comunistas trasnochados, el excedente iría a un fondo que la presidencia manejaría a discreción lo que llamaron FONDEN.
En los tiempos del difunto Hugo Chávez, por la época en que exigía al BCV (aun autónomo) el famoso millardito, se debatía en su “consejo” de ministros, cuanto sería el nivel óptimo de reservas internacionales para Venezuela, en ese momento algunos que realizaban “cálculos” en una servilleta gritaron 60mil millones, otros 30, otros 20.. lo cierto es que desde ese momento el difunto le puso la mira a la autonomía del BCV y fomento el nacimiento del término de “reservas excedentarias” basado en que el techo de las mismas debería ser 30mil millones de dólares americanos, hasta la fecha no se sabe quién le vendió la idea de que ese debería ser el techo de la acumulación de divisas, tampoco sabemos si fue el «matemático» Merentes o cualquier otro loco que se “graduó” con 10 de economista o solo estudió por parasistemas.
Lo cierto es que en ningún país del primer mundo establecen un precio al enriquecimiento de la nación, simplemente porque a mayor riqueza en las arcas, mayor rango de maniobra en la economía cuando las vacas están flacas y mucho mayor desarrollo cuando están gordas. Ya que al tener un mayor nivel de reserva el costo de acceso a los mercados se reduce a casi cero, y las calificadoras de riesgo no le van a dar jamás una mala nota a un país con suficiente respaldo como para cumplir sus compromisos sin afectar su PIB.
Así mismo, la más importante arma para intervenir el mercado cambiario de un país cuando se ve afectada la moneda, es tener una cantidad de reservas apreciable, que permitan las maniobras necesarias para estabilizar dicho mercado. No es casual que los países que no planifican a largo plazo y que son presa de inestabilidad mantienen niveles bajos de reservas internacionales, por otro lado el caso de los países asiáticos es emblemático pues se colocaron como meta ahorrar en divisas para no verse afectados como les sucedió a finales de los ´90.
Finalmente, los que han gobernado Venezuela las casi 2 últimas décadas tuvieron en sus manos el poder de estabilizar el mercado cambiario, eliminando los controles y el marco jurídico que pretende sustituir las leyes de la economía a fuerza de decretos, inundando el mercado con una parte de las reservas en el momento adecuado, para bajar drasticamente el valor del dólar, pues… no lo hicieron, ahora el pueblo paga las consecuencia con la inflación más alta del mundo, ayer, hoy y pareciera que durante mucho tiempo, proyectándose para dentro de poco una hambruna, ya que el 52% del ingreso petrolero del 2017, se lo tragará la deuda externa que es otro monto astronómico.