Después de dos días de cierta calma, los fuegos recuperaron la violencia de la semana anterior y se detectaron algunos de grandes dimensiones, como el localizado en el municipio de Castro Daire, en el distrito norteño de Viseu, citó Efe.
Este incendio, que forzó a las autoridades a activar su plan municipal de emergencia, era combatido por 257 profesionales, 67 vehículos y seis medios aéreos, ya que mantenía varios frentes activos.
Las últimas estimaciones elevaban la superficie quemada este año en Portugal a 74.000 hectáreas, de las que 58.000 corresponden a agosto, y cálculos oficiales han tasado pérdidas de 210 millones de euros.