En Nueva York, una treintena de personas se manifestó frente a la sede de JPMorgan Chase con pancartas y portando el sombrero verde del célebre defensor de los pobres y oprimidos para exigir a los bancos colaborar con la sociedad tras el rescate público que recibieron en 2008.
La idea de una tasa “Tobin”, presentada en Estados Unidos como “Tasa Robin Hood”, propone imponer un impuesto de entre 0,5 y 0,005% a las transacciones financieras, lo que permitiría recaudar entre 175.000 y 350.000 millones de dólares anuales, según las organizaciones que lanzaron la campaña.
“Tienen que devolver lo prestado. No estamos hablando de cuidar un parque o limpiar un edificio; estamos hablando de dinero para salud, empleo, educación”, dijo a la AFP Sam Aldi, que habló en representación de 170.000 enfermeros del sindicato National Nurses United.
“Por primera vez en mi vida veo que no hay suficientes enfermeros”, agregó, denunciando recortes del gobierno en el área de la salud, mientras se han destinado fondos estatales multmillonarios para rescatar a grandes bancos.
La idea de un impuesto de este tipo fue formulada por primera vez en 1972 por el Premio Nobel de economía James Tobin, que siempre se enfrentó a la hostilidad de los mercados.
Según los organizadores, economistas como Joseph Stiglitz y Jeffrey Sachs y hombres de negocios como Bill Gates y George Soros apoyan la iniciativa.
Nueve países de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Francia y España, están a favor de un proyecto de este tipo en el Viejo Continente.
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