Después de salir de Los Angeles la semana pasada con gritos de «Queremos a Boston» y con un par de victorias de ventaja, Pau Gasol y Kobe Bryant se dieron cuenta que no podrán siquiera defender su campeonato a menos que Los Angeles venza finalmente a los Phoenix Suns.
Además, aunque Gasol afirmó que el quinto partido de la serie, programado para el jueves por la noche es «una obligación de ganarlo para nosotros», la tranquilidad del equipo californiano comienza a resquebrajarse luego que Bryant criticara a sus compañeros por haber perdido algunas labores defensivas.
Sin embargo, después de sobrevivir a un problema casi idéntico en las finales de la conferencia del año pasado ante los Denver Nuggets, los Lakers salieron con la confianza de que podrán sobreponerse a cualquier tipo de circunstancia, hasta disputar una serie a ganar dos de un máximo de tres partidos ante un equipo que ha mejorado, que encesta buenos tiros y que tienen una gran confianza en sí mismos.
«No existe ninguna duda en lo absoluto que nos encanta esto», dijo el miércoles el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, y no parece ser un entrenador que estuviera planeando llenar sus hojas de retiro el mes próximo.
«Esto es de lo que están hechos los campeones. Si uno tiene a los dos mejores equipos en la Conferencia Oeste enfrentándose entre sí, esto deber terminar con una serie como esta. Esto es de lo que se trata el basquetbol de este nivel. Y es como les dije (a los jugadores) ‘si no puedes afrontar este reto, entonces ¿para qué avanzar a la final?'», indicó Jackson.
Los Lakers ya tiene experiencia de vivir estas situaciones en tres ocasiones anteriores en los últimos dos playoffs: Con la serie empatada a dos triunfos por bando y con el quinto juego de locales.
Los Lakers ganaron en todas esas ocasiones, venciendo a Houston y a los Nuggets la temporada pasada y en este año, al aplastar finalmente al Oklahoma City Thunder en la primera ronda de este año.
En total, han ganado en siete ocasiones el quinto partido de la serie jugando de locales.
Sin embargo, los Suns poseen todo el impulso de la serie a su favor al regresar al Staples Center, luego de ganar los dos últimos partidos con una hermética defensiva de zona, un estupendo desempeño de los sustitutos y una actuación fenomenal a la ofensiva.
El 58 por ciento de tiros acertados en las primeras dos victorias de los Lakers ocultaron su inefectivo desempeño defensivo en lo que va de la serie: los Lakers han concedido 113 puntos por partido, y los Suns lograron superar una racha de tiros fallados desde afuera del perímetro.
Al menos los Lakers estarán de vuelta en su cancha, donde no han perdido en siete partidos de postemporada.
Fuente: espndeportes.com