Los comerciantes llegaron a las 7:00 de la mañana a sus negocios y lo primero que observaron fueron los vidrios regados en los pasillos de planta baja y el primer piso.
Alarmados comenzaron a correr hasta sus locales, unos “respiraron profundo” al ver que no habían sido víctimas del hecho, mientras que otros con las manos en la cabeza observaban los boquetes que presentaban sus paredes transparentes y tras ellos los stands vacíos.
De los negocios que fueron desvalijados están: Casio, stand de BlackBerry, stand de McDonald’s, Compt Game, Optifocal y Nintenshop.
Hasta ahora se desconoce el monto exacto del millonario robo, pues las víctimas tendrán que iniciar los inventarios para determinar la cantidad de dinero que perdieron en mercancía, sin contar todo lo que tendrán que cancelar para reparar los daños materiales registrados en sus locales.
Decepción y rabia
Locatarios denunciaron que no fueron avisados del hurto y manifestaron que muchos se enteraron del hecho por la radio. “Los encargados del centro comercial no tuvieron la gentileza de llamarnos para avisar nada.
Muchos nos enteramos por la radio y lo que hicimos fue correr para acá”.
Ante la falta de respuestas de la gerencia de Plaza Atlántico, los demás propietarios de tiendas decidieron cerrar sus negocios en apoyo a los agraviados. Discutieron la posibilidad de no abrir hasta que se resuelva el problema de inseguridad, “cerramos por estar cansados de la delincuencia y ahora nos quieren obligar a abrir amenazándonos con multarnos si no lo hacemos”.
Inseguridad dentro de la seguridad
“No se quieren responsabilizar y nosotros no podemos seguir callados por miedo a que no nos renueven un contrato. Ya basta, no es la primera vez que nos roban y aquí pagamos millones mensualmente por tener seguridad“, dijo Yeni Hernández.
Resaltaron que “de los seis vigilantes que estaban de guardia solo han aparecido dos” y éstos aseguraron que fueron sorprendidos por más de 10 sujetos que llegaron a bordo de cinco carros, y tras agredirlos y amordazarlos procedieron a realizar el robo.
Sospechan que los “vigilantes” son cómplices del hurto, “quién dijo que Plaza Atlántico tiene vigilancia. El itinerario de ellos es llegar, enchufan un radio en el pasillo y acostarse a hablar pendejadas. Aquí nadie vigila nada, pagamos un condominio para nada. Nosotros cargamos las tiendas de mercancía después que el centro comercial está cerrado y los he visto más de una vez dormidos en los pasillos”.
Aún no pueden dar respuestas
El gerente de operaciones, Prisco Izarra, informó que “la vigilancia que estaba de guardia está completa y todos informaron lo sucedido. Al momento del hecho ellos estaban dentro del centro comercial, no los podemos dejar afuera porque tal como lo establecen las leyes venezolanas no portan armas de fuego. Tenemos un video de las cámaras donde queda reflejado que fueron alrededor de 15 hombres armados que llegaron en cinco carros”.
Acotó que hasta ahora la gerencia no puede dar respuestas. “Debemos esperar la investigaciones, el pronunciamiento del dueño del centro comercial y de la gerencia general, quienes determinarán qué se va a hacer. Lamentablemente la inseguridad está en todos lados y nosotros lamentablemente no hemos escapado de ello”.
Reunión sin respuestas
Ayer, a las tres de la tarde, se realizó una reunión con los locatarios y la junta de condominio del centro comercial. No obstante, no se llegó a ningún acuerdo, aparentemente los propietarios solo repararán los vidrios rotos. Comerciantes aseguran que los están obligando a abrir los locales bajo amenaza de multa. Sin embargo, decidieron no hacerlo hasta que le den soluciones al problema de delincuencia de la que en reiteradas oportunidades han sido víctimas. “El dueño del centro comercial, José Pinto, nos dijo: ‘nosotros no pagamos robo, olvídense de eso’”. Más que el robo nos duele la actitud de los dueños. Cuando debemos algo sí actúan, nos apagan las luces y los aires, pero ahora no quieren dar la cara”, dijo Alexander Machado.
Sacrificios en vano
Los comerciantes del CC Plaza Atlántico repudiaron estos hechos vandálicos. “Dios mío ya nada es seguro. La vida está sumamente cara, uno se moja trabajando para por lo menos conseguir los platos de comida y cuando nos percatamos nos dejan sin nada, tanto sacrificio para nada. Nos desvalijan los negocios, nos sacan el dinero de nuestras cuentas, nos roban en las calles, matan a la gente por nada. ¿Qué nos falta? Ya es suficiente, esta vaina no puede seguir, estamos cansados”.
Los propietarios se preguntaban cómo había ocurrido el robo al observar los vidrios rotos esparcidos por el edificio. De los seis vigilantes de guardia, sólo dos permanecieron en el sitio, éstos relataron que los individuos llegaron a bordo de cinco vehículos. Aún no se han podido cuantificar las pérdidas, pero se estiman sean millonarias. Locatarios denunciaron la poca vigilancia en el centro comercial, comentaron que ahora esperan discutir el futuro de sus locales con los dueños del lugar, asombrados de que la delincuencia siga encontrando formas de resquebrajar la seguridad de los ciudadanos.