Rafael Esquivel entendió que el camino más expedito a su liberación era negociar. Sólo tenía dos opciones.
O esperaba largo y tendido el momento en el que se iniciara su juicio, donde aparentemente existían razones de peso para condenarlo por 20 años a prisión, o intentaba lograr un acuerdo para flexibilizar su castigo.
Esta distensión llegó después de la audiencia que tuvo ayer en Nueva York, donde el ex presidente de la Federación Venezolana de Fútbol consiguió un acuerdo para flexibilizar algunas condiciones sobre su reclusión por el caso de corrupción de la FIFA.
La Corte del Este de Brooklyn aceptó la declaratoria de Esquivel como culpable, de acuerdo con el documento que se filtró a la prensa, a cambio de que se le redujera la reclusión en su casa desde las 10:00 pm hasta las 7:00 am, al tiempo que quedará utilizando el brazalete electrónico con GPS para su localización, aprobado por el FBI.
También obtuvo la devolución de 400.000 dólares de la fianza de dos millones de dólares que pagó en marzo, así como se reveló por fuentes cercanas al juzgado que se comprometió a pagar nueve millones de dólares de multa, adicionales a los siete que ya pagó en marzo para completar 16 millones de dólares.
La Corte además negó el pedido de traslado de Rafael Esquivel de Miami a Nueva Jersey, que le permitía estar más cerca del juzgado.