La triste realidad de la diáspora venezolana

Sin lugar a dudas Venezuela en estos últimos años ha sido destruida, el país agoniza producto de una situación de corrupción desmedida e imposición de un modelo inviable que sólo lleva a la miseria y la inopia a quienes lo padecen, el país está sumergido en la más profunda pobreza al extremo que producto del hambre la gente ha llegado a hurgar en la basura para buscar palear el hambre.

La incertidumbre con la que vivimos los venezolanos, hace aumentar cada día el número de emigrantes que huyen de la persecución política, de la miseria generalizada, y la falta de oportunidades, lo que ha hecho que quienes tienen la posibilidad comiencen a formar parte del éxodo de jóvenes y profesionales que se han marchado del país, quienes a diario se observan en las tristes despedidas de los aeropuertos del país en especial el aeropuerto internacional Simón Bolívar y en Aeropuerto internacional La Chinita sólo por nombrar los más populares.

Desde el año 2013 hasta lo que va del 2016, se reportan que cerca de 2 millones de venezolanos se han marchado del país a países como Colombia, Panamá, Argentina, México España, Portugal Chile, Ecuador Canadá, Francia, Inglaterra, y Estados Unidos, siendo este último donde se reportan más de 1.500 nuevos venezolanos sin contar los que semanalmente van llegando.

Se nos han ido lo mejor que tenemos, el 90% de quienes emigran tienen estudios superiores, 40% Maestrías y 14% Doctorados, pero no todo queda en eso, lo más triste está en que muchos de quienes emigran están atravesando por una triste realidad, como lo es el sobrevivir en otro país, muchos comenzando de cero, sólo con la decisión cierta de poder salvar sus vidas y con ello brindarle mejor futuro a sus familias.

Es muy triste el conocer la situación de tantos y tantos hermanos venezolanos que están en situaciones muy difíciles en el exterior, por ejemplo en Estados Unidos en la ciudad de Miami reportan 22 venezolanos detenidos en centros de reclusión por irregularidades al momento de su llegada al país

Son múltiples las historias que se escuchan, pero todas cargadas del sentimiento de un país que dejaste atrás y del deseo de luchar día a día para salir adelante, gente que llega al país con 200 dólares sin lugar donde dormir y sin saber que poder hacer, otros que trabaja extenuantes jornadas de trabajo por 2000 dólares al mes, lo que les dificulta en muchos casos su subsistencia, otros quienes han sido estafados por aprovechadores de oficio, esto sólo por enumerar tantas y tantas historias.

Muchos quienes acuden en el caso de Miami a almacenes de fundaciones, para que les regalen un colchón inflable, o una silla donde sentarse para colocarla en donde viven porque no tienen nada cuando nos referimos a nada desde el punto de vista material.

Esa, es la triste realidad de la diáspora venezolana en muchos lugares, claro está muchos sin han logrado o están en puerta de lograr sus condiciones de vida iguales o muy parecidas a las que años atrás tenían en Venezuela, pero otros no han conseguido la suerte que se les presente en el camino, la lucha diaria es la meta del día a día para sacar adelante a sus familias en sus nuevos hogares.

Criticar a quienes se quedan y a quienes no se han ido aun pudiendo no es razonable, cada quien lo ha hecho por sus condiciones personales, pero lo que si queda claro es que ahora miles y miles de venezolanos están alrededor del mundo formando parte de ese grupo de los ahora llamados balseros del aire, quienes viven la triste alegría de emigrar.

Germán Paredes|@germanparedesr