“Con la necesidad, con el orgullo herido, salió lo mejor de nosotros”, dijo Marcos Mathías, quien terminará el campeonato como estratega criollo por la suspensión de Rafael Dudamel.
“Creo que debemos tratar de mantener esta senda, lógicamente la confianza que despierta estar ganando y generando situaciones de juego te permiten ser un poco más claro en la definición luego”, acotó Mathías.
Para Venezuela, la clasificación una fecha adelantada no estaba en el presupuesto, por lo que el gol a última hora de la albiceleste no quitó ni un gramo de esperanza en el grupo.
“Falta todavía un partido y si se nos daba o no, no estábamos repletos de felicidad. Además tenemos la ilusión de seguir luchando por el torneo”, señaló el asistente de Dudamel.
El once criollo debe dar la estocada final en un Suramericano en el que ha ido de menos a más y en el que firman un hexagonal final de alto nivel. Solo los errores arbitrales con el penal sobre la hora enfrentando a Colombia y el bochorno de Diego Haro ante Brasil le impide a la Sub-20 tener una posición más cómoda en la tabla y la clasificación como una realidad.
“Vamos a luchar hasta el final”, sostuvo Mathías, quien conoce que solo una catástrofe le quitaría a Venezuela su segundo Mundial de la categoría.