El mundo entero ha estado pendiente de la controversial y ruidosa campaña de Donald Trump por ser escogido como el candidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Pero entre tanto, otro republicano mucho menos conocido ha estado haciendo un esfuerzo gradual y metódico con el mismo objetivo.
Se concentró en ganarse un grupo del electorado, el de los cristianos evangélicos. Con paciencia se ha convertido en su candidato preferido. Y los frutos de esa campaña están empezando a ser aparentes.
Trump acapara los titulares de los medios de comunicación.
Pero es Ted Cruz, el cubano-estadounidense que representa a Texas en el Senado estadounidense, el que obtuvo la victoria en la primera competencia electoral en la ruta hacia la Casa Blanca: el caucus del estado de Iowa en el que salió victorioso este lunes.
Y eso en política estadounidense pesa bastante.
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La ventaja de Iowa
El calendario de las elecciones primarias es agotador: seis meses para que los 50 estados de la unión decidan, cada uno por su lado, a quién prefieren como candidato en las elecciones generales de noviembre de 2016.
Pero el que ganara este febrero la primera votación en el pequeño y poco poblado estado de Iowa, en este caso, Cruz, tiene una ventaja sobre los demás.
Se beneficiará de una avalancha de publicidad gratuita por cuenta de la cobertura de los medios.
Los donantes tienden a reaccionar enviando dinero al candidato que primero sobresale entre el pelotón de aspirantes.
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El hijo del pastor
Iowa es uno de los estados más rurales del país. Sus habitantes tienden a vivir en pueblos pequeños o en granjas familiares.
Y van bastante a misa.
Un escenario que le sirvió bastante a Cruz.
El legislador pasó meses cortejando el apoyo de los líderes cristianos evangélicos, que influirán en cómo voten los republicanos de Iowa el 1 de febrero.
En diciembre pasado, uno de los principales dirigentes de esa poderosa comunidad religiosa, Bob Vander Plaats, le dijo a los medios que veía a Cruz como su hombre.
«Nuestro objetivo es unir a los conservadores en torno a Cruz», afirmó Vander Plaats.
El futuro
Cruz derrotó con holgura a Trump en Iowa.
Lo que a primera vista sorprende.
Un hijo de padre cubano ganó en uno de los estados menos étnicamente diversos del país y entre una fe religiosa que se conoce por su tradicionalismo social.
«Parte de la explicacion es que Ted Cruz es hijo de un pastor», le dijo en diciembre a BBC Mundo Carol Swain, profesora de tendencia conservadora en la Universidad de Vanderbilt, anticipando el buen resultado para el senador cubano estadounidense.
«Los votantes saben que Cruz fue criado como un cristiano».
La catedrática asegura que ese es un factor que le ayuda a muchos cristianos a identificarse con Cruz. Lo ven como uno de ellos.
¿Y el hecho de ser hispano en una comunidad principalmente anglosajona?
«Entre los cristianos mas conservadores, los principios compartidos de fe son más importantes que otras consideraciones de raza, clase social o etnicidad. No me sorprende que sea popular con ese grupo y creo que se ha ganado credibilidad a través de su padre y a través de sus propias expresiones de fe», asegura Swain.
Incluso, ante los ojos de ese electorado conservador, Cruz puede haberse beneficiado de ser hijo de un cubano que abandonó la isla, teniendo en cuenta la fuerte tradición anticomunista de los evangélicos estadounidenses, le dice a BBC Mundo Paul Harvey, experto de la Universidad de Colorado.
Harvey también señala que la fe evangélica está creciendo entre la comunidad hispana del país.
«Los evangélicos saben que, hasta cierto punto, el futuro de su movimiento está ahí», indica el académico.
El niño mimado del Tea Party
Cruz lleva años presentándose como un insurgente dentro del Partido Republicano, rechazando a los más moderados del «establecimiento» de su colectividad.
Se dice el abanderado de posiciones más cercanas a la base, expresadas en movimientos como el llamado Tea Party.
Encabezó un esfuerzo, para muchos quijotesco, por derogar la reforma de salud bandera del gobierno del presidente Barack Obama.
Habla con furia en contra de la intervención del estado en la economía. Ha propuesto abolir la agencia recaudadora de impuestos federales.
Y en temas que van desde su posición frente al aborto hasta la política frente a Cuba, Cruz se ha posicionado muy a la derecha.
Lo que falta
Lo que lleva a algunos a preguntarse si su popularidad entre los cristianos conservadores se podría extender a otros segmentos en la elección general.
«Los cristianos son la mayoría abrumadora en este país, aunque hay divisiones entre grupos más liberales y conservadores», le dice Swain a BBC Mundo, a la hora de pronosticar que el voto cristiano será muy importante a la hora de definir la suerte electoral de la nación.
Pero Paul Harvey es más escéptico.
«Ganar el voto evangélico es importante dentro del Partido Republicano. Votan en bloque, son el equivalente al voto afroestadounidense para los demócratas», dice el catedrático.
«Son necesarios pero no son suficientes para ganar una elección general».
Harvey estima que Cruz tendría más dificultad para atraer votos una vez tuviese que enfrentarse al gran electorado estadounidense, en toda su espectacular diversidad.
Incluso dentro de los republicanos, el voto cristiano es solo una parte de la ecuación.
Y Trump sigue apareciendo holgadamente adelante en los sondeos que miden la opinión nacional entre los republicanos.
Pero Cruz dio la pelea en Iowa, y ahora espera que ese resultado favorable ahí vuelva mucho más interesante y reñida la disputa por la nominación republicana.
fuente:bbc